Por Alfredo Rodríguez Gonzalez-Rubio.
¿Se debía arrojar o no la bomba atómica? En agosto de 1945 Japón todavía no se había rendido y se estimaba que una invasión al país nipón le costaría la vida a 1.5 millones de soldados norteamericanos, y 18 meses adicionales de guerra.