Por Vanessa Rosales A.
Este año que termina podría considerarse una especie de metáfora para el movimiento de las mujeres. Avances revolucionarios, la certeza de que el tema es imparable, por un lado. Y aún así, de manera simultánea, todas las retóricas reaccionarias, la misoginia enquistada, las fuerzas conservadoras y reaccionarias que, ansiosas, y en vano, intentan tumbarlo.