Margarita Garcia

El economista Miguel Urrutia trabajó durante 11 años como banquero central, periodo en el que logró bajar la inflación de dos dígitos, y enfrentó la recesión económica de 1999. Para académicos como Alejandro Gaviria, Urrutia fue el primer economista social moderno del país y una persona de una alta sensibilidad por el trabajo en terreno y las historias de vida.

Breve semblanza del exgerente del Banco de la República, considerado el primer economista social moderno de Colombia.

Miguel Urrutia Montoya fue uno de los primeros colombianos en obtener un Ph.D. en economía, lo antecedieron Jorge Ruiz Lara (1964) y Álvaro López Toro (1966). Se graduó de Berkeley con una tesis doctoral sobre el movimiento sindical en Colombia. Se destacó por sus aportes a los estudios sobre la distribución del ingreso, el desarrollo económico y la historia económica de Colombia. Además, ocupó las principales posiciones a las cuales puede aspirar un economista colombiano: miembro de la Junta Monetaria, Ministro de Minas y Energía, Director de Planeación Nacional, Gerente del Banco de la República, Director de Fedesarrollo, entre otras. 

Por su trayectoria en la academia, la administración pública y su formación profesional, es un magnífico ejemplo de la tecnocracia  colombiana. Algunos científicos sociales, como Albert Hirschman, han dicho que la calidad de la tecnocracia nuestra ha sido una de las razones para la estabilidad macroeconómica del país. Pero Miguel Urrutia estaba lejos de ser solo un buen exponente de la tecnocracia. Tenía, además, los atributos que exaltó el humanismo en el Renacimiento y que describió Baldasar Castiglione (1478-1529). Entre esos valores se destacan la discreción, la elegancia, la decencia y la gallardía. Fueron estos valores lo que lo hicieron tan respetado por los funcionarios del Banco de la Republica cuando fue su Gerente. Tenía la habilidad para que todas las persona sintieran que eran especiales para él: un alto valor del humanismo, que no siempre es fácil de lograr.   

Miguel Urrutia tenía los atributos que exaltó el humanismo en el Renacimiento y que describió Baldasar Castiglione (1478-1529). Entre esos valores se destacan la discreción, la elegancia, la decencia y la gallardía.

Escuché por primera vez sobre Miguel Urrutia hacia 1974, cuando yo estudiaba economía en la Universidad de los Andes. Se ofrecía en la Facultad de Economía una electiva sobre historia económica general que dictaría Miguel Urrutia. Pero con un grupo de compañeros promovimos un boicot a su clase, haciendo una campaña para que nadie se inscribiera. El resultado fue una baja demanda y el curso no se abrió. La razón por la cual saboteamos el curso de Urrutia era muy sencilla: no era marxista. 

Muchos años después, cuando Miguel Urrutia se retiró de la Gerencia del Banco de la Republica y se fue de profesor a la Facultad de Economía de Uniandes, el rector Pablo Navas le hizo un homenaje. Allí me le acerque para decirle que le tenía que hacer un desagravio y le conté lo que había sucedido con su fallido curso. Un rato después lo encontré rodeado de un grupo de personas a quienes les estaba contando lo que le habíamos hecho un grupo de jóvenes ignorantes (la expresión es mía) hacía unos años y remató: “Pero fíjense, ahora mi curso de historia económica es mas popular que el de Salomón Kalmanovitz”.     

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Adolfo Meisel Roca

Doctor en Economía de la Universidad de Illinois. Se desempeña desde 2019 como Rector de la Universidad del Norte en Barranquilla.

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