
Colombia empezó 2025 con graves enfrentamientos entre grupos armados que han causado masivos desplazamientos en varias regiones del país. Foto: AFP.
“En Colombia a los grupos armados ya no les interesa hacer la revolución, sino tener poder sobre las vidas de las personas y las comunidades”: Luis Fernando Trejos
Un tema relevante, una pregunta. Nuestro editor general dialogó con el experto en paz y conflicto armado de la Universidad del Norte, Luis Trejos, sobre el nuevo ciclo de violencia que vive nuestro país.
Alberto Mario Coronado: En una caracterización que haces de la violencia luego del Acuerdo de Paz de La Habana (ver tabla 1) se advierte que estamos ante un nuevo ciclo de violencia en Colombia, ahora a manos de grupos armados criminales y narcoguerrillas sin ninguna ideología. ¿Para dónde va la violencia en Colombia y cómo plantear una estrategia de combate y pacificación de estos grupos armados tan atomizados?
Luis Fernando Trejos: En la actualidad, la violencia armada en Colombia se encuentra en un escenario de transición que a grandes rasgos se caracteriza por la atomización o fragmentación criminal, no es casual que ya se haya vuelto un lugar común hablar de las disidencias de las disidencias y la constante creación de nuevos grupos armados en distintas regiones del país.
Por otro lado, las dinámicas de articulación nacional de esfuerzos militares han quedado atrás, es decir, en este momento no sirven las interpretaciones nacionales porque ya no hay una guerra nacional, sino múltiples guerras subregionales con dinámicas y particularidades propias. Así los actores armados sean los mismos en distintos territorios, debe tenerse en cuenta que su comportamiento es heterogéneo y que mientras en una subregión se enfrentan militarmente, en otra pueden ser aliados, como sucede con el ELN, que discursivamente acusa a todos los grupos postFarc (Estado Mayor Central y Estado Mayor de Bloques y frentes) de ser neoparamilitares, y como tal, los combate en Arauca y el Catatumbo, pero en el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño (Segovia y Remedios) son sus aliados en la contención del avance del EGC, mientras que en el Chocó este último grupo, según la Defensoría del Pueblo, está aliado con una estructura postFarc en contra del ELN.

Luis Fernando Trejos, profesor en la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia. Se doctoró en estudios americanos con mención en estudios internacionales en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile. Foto: Universidad del Norte.
La toma del poder nacional (la revolución) fue sustituida por la creación y consolidación del mayor número posible de gobernanzas armadas. Esto es evidencia de la progresiva desideologización de la guerra, pero no de su despolitización.
Hoy es posible afirmar que desde finales de 2016 en Colombia no hay organizaciones armadas con carácter revolucionario, ya que ninguna está interesada en hacerse con el poder nacional. Por el contrario, todas están compitiendo por lograr el control de la mayor cantidad de territorio posible con el fin de regular la vida de las comunidades y administrar las rentas locales ya sean estas legales o ilegales o, como está sucediendo con el ELN, cuyos esfuerzos y recursos se concentran en la defensa frente al Estado y otros grupos armados de los territorios en los que hacen presencia activa. En otras palabras, la toma del poder nacional (la revolución) fue sustituida por la creación y consolidación del mayor número posible de gobernanzas armadas. Esto es evidencia de la progresiva desideologización de la guerra, pero no de su despolitización.
Estos cambios en las dinámicas de la confrontación armada también demandan cambios en los diseños institucionales de la paz y la seguridad, ya que si bien las experiencias previas pueden ofrecer enseñanzas y aprendizajes, en su mayoría fueron utilizadas en el marco de una guerra que ya se está extinguiendo, por lo cual se hace necesario la utilización de nuevas miradas, teorías y enfoques conceptuales que permitan entender integralmente la violencia actual y formular estrategias que orienten los esfuerzos institucionales hacia el combate con organizaciones en su mayoría con carácter local o regional, con mayor capacidad criminal que militar y con motivaciones más pragmáticas que idealistas.
Alberto M. Coronado
Editor y periodista cultural egresado de la Pontificia Universidad Javeriana. Editó por más de un lustro las revistas Dominical y Latitud de El Heraldo de Barranquilla, diario donde adelantó una notable labor de periodismo cultural en el Caribe colombiano. Cuentos, crónicas literarias y entrevistas suyas han sido publicadas en revistas impresas y publicaciones web como El Magazín de El Espectador, revista Soho y La Silla Vacía. Ha trabajado con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD de la ONU y en proyectos museográficos y editoriales del Carnaval de Barranquilla. Desde 2020 es Editor general de Contexto. IG: @albertom.coronado
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