Foto: El País de España.
Crecimiento económico, vivienda y educación, algunas de las estrategias para sacar al país del atraso.
En Colombia, la pobreza multidimensional afecta al 12.1 % y la pobreza monetaria al 33 %. La situación es más aguda en las áreas rurales, donde la pobreza monetaria alcanza el 41.2 %.
Estrategias para reducir la pobreza
Crecimiento y estabilidad macroeconómica: el crecimiento económico, responsable del 70 % de la reducción de la pobreza en los últimos 30 años, debe ser acompañado de estabilidad macroeconómica para proteger a los más vulnerables y facilitar el acceso a crédito.
Vivienda: un programa de vivienda subsidiada podría reducir el déficit habitacional, que afecta al 31 % de los hogares, mejorando la calidad de vida y reduciendo riesgos de seguridad y salud.
Educación: se requiere garantizar acceso a educación preescolar, mejorar la calidad educativa y expandir la cobertura, asegurando recursos tecnológicos y metodologías pedagógicas innovadoras.
Sector rural: formalizar la tierra, proveer acceso adicional a pequeños productores, mejorar la productividad y comercialización, y fortalecer la infraestructura rural son clave para reducir la pobreza rural.
Subsidios y diseño de incentivos: las transferencias monetarias, como Familias en Acción, deben acompañarse de estrategias para fomentar la autosuficiencia y evitar la dependencia, apoyando la inversión en educación y salud.
Infraestructura: la mejora en transporte, acceso a electricidad, agua potable, saneamiento y conectividad digital puede reducir costos, generar empleo y mejorar el acceso a servicios básicos, impactando varias dimensiones de la pobreza.
Mercado laboral: una reforma que promueva el empleo formal y mejore las condiciones laborales, equilibrando protección y flexibilidad, es fundamental para reducir la pobreza.
Focalización: es crucial evaluar y ajustar mecanismos como Sisben para dirigir recursos eficientemente a los más necesitados, abordando desigualdades regionales.
Evaluación y seguimiento: políticas con objetivos claros y medibles deben incluir una línea base y evaluaciones de impacto y costo-beneficio, permitiendo ajustes y asegurando efectividad.
Una reforma que promueva el empleo formal y mejore las condiciones laborales, equilibrando protección y flexibilidad, es fundamental para reducir la pobreza.
Recomendaciones
1. Desarrollar una ruta para la reducción de la pobreza multidimensional.
2. Activar la Mesa de Equidad para coordinar acciones intersectoriales.
3. Implementar el Registro Social de Hogares para mejorar la focalización.
4. Fortalecer programas de transferencias condicionadas en áreas de alta vulnerabilidad.
5. Expandir el acceso a vivienda subsidiada y servicios públicos.
6. Implementar un plan rural enfocado en formalización de tierras y apoyo a pequeños productores.
7. Diseñar un plan de reducción de pobreza regional, comenzando con un piloto en los municipios más pobres.
8. Universalizar la educación preescolar y fortalecer el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
9. Fomentar la cooperación entre el sector empresarial y las instituciones educativas.
10. Centrar la reforma laboral en la creación de empleo formal.
11. Diseñar un plan de infraestructura enfocado en la reducción de la pobreza.
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Hernando Zuleta
Economista de la Universidad de los Andes y Ph.D. en Economía de la Universidad Pompeu Fabra. Actualmente es Director del CEDE y profesor asociado de la Universidad de los Andes.
José Leibovich
Candidato a Doctor en Economía. Universidad de París (Pantheon-Sorbonne). Magister en Economía de la Universidad de los Andes. Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional de Colombia. Su área de especialidad es el Desarrollo con énfasis en Desarrollo Rural.