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Michael Shifter, expresidente de Diálogo Interamericano. Foto: Francisco Arteaga. thedialogue.org

Michael Shifter: “La desigualdad es una de las causas de la polarización en Latinoamérica”

por | Sep 19, 2023

Por Antonio Celia Martínez-Aparicio 

Esto opina el académico y escritor, expresidente del Inter-American Dialogue. Contexto dialogó con el experto.

El ascenso de gobiernos de izquierda en Latinoamérica está hoy en el centro de la discusión y los análisis políticos dentro y fuera de la región. Para dilucidar la actual coyuntura de la región, Contexto dialogó con Michael Shifter, profesor adjunto en la escuela de Asuntos Exteriores de la Universidad de Georgetown, y colaborador habitual de medios como The New York Times, Foreign Affairs, The Washington Post y Harvard International Review.

Antonio Celia Martínez-Aparicio: Tú has sido por muchos años un muy calificado observador de America Latina. ¿Cómo se ve desde tu perspectiva el gobierno de Gustavo Petro en Colombia

Michael Shifter: Después de más de un año, todo indica que el gobierno que Petro lidera será una oportunidad perdida. Más por incompetencia y falta de disciplina que por rigidez ideológica, Petro no ha sido capaz de ejecutar y poner sus ideas en práctica. La excepción, un momento alentador, fue la aprobación de una reforma fiscal importante, gracias a una coalición amplia que construyó para gobernar. Lamentablemente, por culpa del propio Presidente, esa coalición colapsó y será muy difícil reconstruirla. La ausencia de la coalición para la gobernabilidad afectará las perspectivas para implementar el resto de su agenda.  

No obstante hay que reconocer que el buen manejo macroeconómico que siempre ha caracterizado a Colombia se ha mantenido y que los escenarios más pesimistas en materia económica no se han cumplido ni creo que se cumplan. La politica de Petro más preocupante es la Paz Total. Más allá de sus intenciones, no está bien pensada en términos estratégicos y podría acentuar el deterioro de la seguridad que ya lleva varios años. Afortunadamente Colombia ha mostrado sus fortalezas democráticas, sus instituciones funcionan. Esto es invaluable en el contexto de un presidente populista que a veces utiliza una retórica agresiva.    

A.C.M.: ¿Ves algún chance serio de que la democracia vuelva pronto a Venezuela? 

M.S.: Confío que eventualmente la democracia volverá a Venezuela, pero dudo que sea pronto. Todo indica que tomará tiempo, más que el casi cuarto de siglo que ya ha pasado. Maduro es un sobreviviente que ha mostrado cierta habilidad para mantener control sobre las distintas facciones de un régimen que vive de la criminalidad y ha salido beneficiado con el fracaso de la política  de “máxima presión” por parte de los EEUU, Colombia, y otros países. Hoy existe menos presión por parte de casi todos los gobiernos y el régimen se ha fortalecido con aliados a nivel global como Rusia, China, Irán y Turquía.  

Ahora, si bien la oposición venezolana ha sido muy reprimida, no tiene otra opción más que reconectarse con movimientos y fuerzas políticas relevantes dentro de Venezuela en lugar de buscar soluciones a la crisis en Washington, Madrid o Miami.  Su responsabilidad es generar propuestas viables que tengan en cuenta las necesidades cotidianas de la mayoría de los venezolanos. Es una tarea compleja y de largo plazo, pero es fundamental para sentar las bases para una eventual transición a la democracia.

La inseguridad y el crimen han aumentado en la mayoría de nuestros países. En el caso de El Salvador la gente, a cambio de tener seguridad, apoya con entusiasmo a un autócrata como Bukele. ¿Crees que surgirán otros Bukeles en América Latina?

Bukele es sin duda un autócrata pero las encuestas demuestran que 90 % de los salvadoreños están contentos con su gestión. Bajo gobiernos anteriores de izquierda o derecha, esta cifra fue mucho menor. No es sorprendente, la gente asocia democracia con seguridad, la oportunidad de vivir sin miedo y no tanto con un sistema de contrapesos y la protección de los Derechos Humanos. Bajo Bukele el nivel de homicidios se ha reducido dramáticamente, de ahí que su altísima aprobación, de lejos la más alta en America Latina, sea fácil de explicar. Sin embargo, la gran pregunta es a qué costo en cuanto a violaciones de los Derechos Humanos. Hay 70.000 detenidos, muchos arbitrariamente, sin el debido proceso y bajo un estado de excepción.

Seguramente Bukele sea reelegido en febrero próximo, pero su política es muy difícil de replicar. Hemos visto esta película antes en America Latina y en general no termina bien. El gran reto para fuerzas democráticas es desarrollar políticas de seguridad que sean eficaces y respeten las libertades fundamentales.   

La comunidad internacional parece incapaz de evitar que se instalen dictaduras como las de Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela, y ni hablar de Cuba. ¿Qué tanto se puede hacer para ponerles fin? 

Durante las últimas dos décadas ha disminuido la voluntad de los gobiernos en el hemisferio para responder a situaciones claramente autoritarias, una tendencia que es muy decepcionante y desoladora. Se podría hacer mucho más a través de un presión diplomática bien coordinada. Parte del problema es que el compromiso con la democracia liberal es menos robusto que en los años 90, después de la Guerra Fría.

A diferencia de otros presidentes de izquierda, Gabriel Boric, de Chile, critica las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Es lamentable que Cuba casi no está en la agenda en la región, a pesar de la total ausencia de libertades básicas, sufrimiento y miseria. Esta falta de atención se debe en parte a la política de castigo y sanciones duras por parte de los Estados Unidos. Pero el hecho de que sea una estrategia fracasada y contraproducente no perdona el descuido de America Latina acerca de la represión y la crisis humanitaria en la isla.   

El péndulo político en la mayoría de nuestros países muy poco se detiene en el centro, a pesar de que en las encuestas la mayoría de la gente se identifica con esta opción. ¿Atraen más los extremos y la confrontación o hacen falta liderazgos políticos de centro que convenzan?

En casi todos los países de la región y también en los Estados Unidos la gente se identifica con el centro, tal vez un poco más a la izquierda en algunos casos, o hacia la derecha en otros. Sin embargo, los partidos políticos más tradicionales o de centro han sido desacreditados y muy debilitados en las últimas décadas. Casi todas las sociedades a nivel mundial están muy polarizadas, lo que deja muy poco espacio para el centro. La polarización se debe a una serie de factores, en America Latina la desigualdad, el talón de Aquiles de la región, juega un papel central y también la violencia y la criminalidad. Estos problemas profundos crean condiciones para el ascenso de líderes más populistas, sean de izquierda o derecha, que son elegidos democráticamente.    

La creciente desinformación y discursos polarizantes y agresivos  alimentados por las redes sociales han experimentado un crecimiento dramático en los últimos años, la gente vive en una burbuja que va en contra de cualquier esfuerzo de construir puentes y crear consensos, lo que que es fundamental para la convivencia democrática. Estoy convencido de que hay muy buenos liderazgos políticos en la región. El problema es que primero tienen que ser elegidos. Es la parte difícil en el contexto actual de América Latina.  

A diferencia de otros presidentes de izquierda, Gabriel Boric, de Chile, critica las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Es lamentable que Cuba casi no está en la agenda en la región, a pesar de la total ausencia de libertades básicas, sufrimiento y miseria.

Frecuentemente se comenta que la relación de los EEUU con Colombia está muy centrada en el problema de la droga. ¿Cómo caracterizar hoy la relación entre ambos países? 

Por casi un cuarto de siglo la alianza estratégica entre Colombia y los EEUU giró alrededor del problema de la droga con el Plan Colombia, implementado a partir de 2000. Pero con los años ha perdido mucha fuerza. Esta tendencia se explica por la atención que los más altos funcionarios del gobierno de los Estados Unidos están dando a regiones consideradas más estratégicas para defender los intereses del país.   

El gobierno de Petro ha mejorado o ha empeorado las relaciones con los Estados Unidos?

Me parece que en general los Estados Unidos han respondido bien al gobierno de Petro, empezando con la llamada del presidente Biden justo dos días después de su victoria en segunda vuelta. Durante su primer año de gobierno, Petro ha manejado la relación bilateral relativamente bien, a diferencia de lo que muchos temían. También hay que recordar que hubo temas de diferencia entre Washington y el gobierno anterior de Ivan Duque.   

La preocupación, sin embargo, es el efecto acumulativo de las declaraciones agresivas contra los EEUU por parte de Petro sobre temas como las drogas, el cambio climático, Venezuela, y la guerra Rusia – Ucrania. El balance es que el efecto Petro no ayuda profundizar la relación, pero el distanciamiento venía antes de su administración y otros factores como la guerra en Ucrania, el papel de China, y la creciente preocupación por el fentanilo en los EEUU tienen aún mayor impacto sobre los lazos entre Washington y Bogota.  

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Antonio Celia Martínez-Aparicio

Empresario y expresidente de Promigas, es ingeniero del Instituto Politécnico de Worcester en los Estados Unidos y profesor visitante en práctica del London School of Economics.

 

 

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