Winston Churchill se desempeñó como Primer Ministro del Reino Unido durante dos períodos (1940-1945 y 1951-1955). Recordado por su liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial, su discurso «Sangre, sudor y lágrimas» y su frase «Nunca nos rendiremos» se convirtieron en símbolos de resistencia y determinación. Foto: WW2 Photos – Facebook.
“Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Cómo la brevedad en la comunicación sería clave para Gran Bretaña en la victoria de la Segunda Guerra Mundial.
En agosto de 1940 Europa se encontraba en plena guerra. Alemania, liderada por Hitler, había atacado a varios países de la región, entre ellos Noruega, Dinamarca, los Países Bajos y Francia. La Luftwaffe intentaba doblegar a la Real Fuerza Aérea Británica. Francia estaba dividida en dos zonas. Winston Churchill, para entonces Primer Ministro, intentaba alentar a los ingleses frente al peligro que implicaba el dominio Nazi. La guerra se extendía al mediterráneo y al norte de África.
En medio de tanto drama y dolor, junto a la plena responsabilidad de gobernar a su nación, exasperado por el exceso de documentos, información y textos que llegaban a su despacho, Churchill decide escribir una nota a su gabinete con el título “Brevedad”, bajo el sello de propiedad del Gobierno de su Majestad la Reina, fechada el 9 de agosto de ese año:
“Para hacer nuestro trabajo –decía Churchill en el primer párrafo– todos debemos leer una gran cantidad de documentos. Casi la mitad de ellos son demasiado largos. Esto hace perder el tiempo, mientras hay que dedicar energía en encontrar los puntos esenciales”.
A continuación, en mi arrojo de hacer una traducción libre del texto en inglés, enumera las características que deben reunir los reportes de los ministros y sus asistentes, comenzando por la recomendación de que sean más cortos: a) el objeto deben ser reportes que recojan los puntos principales en párrafos cortos y bien elaborados. b) Si el reporte se fundamenta en detallados análisis y aspectos complicados, o estadísticas, ellos se deben incluir en el apéndice. c) Con frecuencia es mejor no entregar un reporte exhaustivo sino una ayuda memoria, que enuncie los titulares, que pueden ser ampliados oralmente si se requiere. d) Acabemos con frases como “es también importante tener en cuenta las siguientes consideraciones…”, o “se debe considerar la posibilidad de lograr el efecto…”.
Facsímil del memorando “Brevity”. ¿Se adelantó Churchill al lenguaje condensado y al grano de algunas redes sociales? Foto: Elocuent.
Churchill es reconocido por su firmeza y liderazgo como Primer Ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial. También por sus aficiones y dichos ocurrentes, y más aún, por su prolífica capacidad de escribir.
El párrafo termina enfatizando la necesidad de evitar los lugares comunes y las palabras vacías, así sean de uso frecuente en las conversaciones.
Y remata su memo diciendo: “Los reportes escritos bajo las ideas que propongo pueden parecer a primera vista rudos comparados con la superficie ligera de la jerga oficial. Pero el ahorro en tiempo será grande, mientras que la disciplina de llegar a los puntos clave de manera concisa será de gran ayuda para un pensamiento más claro”.
Termina el memorando con sus iniciales W.S.C., firmado en 10, Downing Street.
Churchill es reconocido por su firmeza y liderazgo como Primer Ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial. También por sus aficiones y dichos ocurrentes, y más aún, por su prolífica capacidad de escribir, que incluso lo hizo merecedor del premio Nobel de Literatura en 1953 por su obra de seis volúmenes sobre los acontecimientos que conoció de primera mano en esos años.
Y sin embargo, al igual que el prolífico Borges, quien solía insistir en que “Dios nos libre de los prólogos largos”, Churchill afinaba la pluma para que las palabras fueran precisas, justas, y los textos concisos y al grano. La guerra también se gana con buenos textos.
Nota: este texto llegó a mi alcance gracias a Andrés Acevedo, quien mencionó la anécdota en uno de sus singulares y profundos podcasts Atemporal (recomendado). Al escuchar la referencia le escribí para pedirle el dato y generosamente me envió el link que me condujo al memo escaneado. Maravilloso hallazgo.
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Jaime Bermúdez Merizalde
Abogado, diplomático y Político colombiano, se desempeñó como Embajador en Argentina y Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia.