“The French Dispatch”, oda a una época romántica del periodismo

Llega a la sala de la Cinemateca del Caribe el esperado filme de Wes Anderson, The French Dispatch, la más reciente producción del director norteamericano cuyo auténtico estilo visual queda en evidencia en el uso de las paletas de colores pastel, la simetría de sus “tiros” de cámara e ingeniosos diálogos.

The French Dispatch fue una de las muchas películas cuyo estreno en cines se vio retrasado debido a la pandemia. El filme tiene un elenco de primera con las actuaciones, entre otros, de Benicio del Toro, Adrien Brody, Tilda Swinton, Léa Seydoux, Frances McDormand, Lyna Khoudri, Bill Murray y Owen Wilson.

La película narra la historia de la edición europea de una revista estadounidense que a la muerte de su severo editor en jefe, Arthur Howitzer Jr. –interpretado por el fantástico Bill Murray–, decide publicar una última edición conmemorativa con las tres mejores historias que aparecieron durante los 10 años de existencia de la revista. En la primera historia la crítica de arte JKL Berensen (Tilda Swinton) relata el éxito de un artista condenado a cadena perpetua por un doble homicidio; en la segunda la reportera Lucinda Krementz (Frances McDormand) cubre las protestas estudiantiles en Francia, y en el epílogo el periodista gastronómico Roebuck Wright (Jeffrey Wright) es testigo de un secuestro resuelto por un célebre chef.

Wes Anderson es un creador de personajes disfuncionales y perturbadores con cierta nostalgia difícil de identificar, y aunque la película puede resultar un tanto abrumadora en ciertos momentos debido a la intensa estimulación visual y diálogos rápidos, la profusión de detalles y su cinematografía y decoración elaborada hacen de esta su obra visualmente más impresionante.

Exageradamente estética, The French Dispatch es un placer para la vista fiel al imaginario de su director, una fantasía cómica inspirada por el amor de Wes Anderson por la popular revista The New Yorker (fundada en 1925) y una oda al periodismo que busca de una manera sarcástica contar historias surreales con continuos chistes y alegorías a veces difíciles de entender. Los amantes del cine de Anderson sabrán a qué atenerse.