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René Puche, presidente del Puerto de Barranquilla.

¿Cómo se están afrontando los viejos problemas estructurales del puerto de la ciudad? ¿Qué ha pasado con el gran proyecto del puerto de aguas profundas o Superpuerto? Estos son algunos de los interrogantes ineludibles tratados en esta entrevista clave a René Puche, presidente de la Sociedad Portuaria de Barranquilla.  

Una construcción por etapas para mejorar el cierre financiero del Superpuerto, un proyecto de transformación digital iniciado hace tres años por medio del cual se pueden afrontar hoy a distancia los servicios del puerto en medio de la pandemia, una sinergia entre el puerto de aguas profundas y la estructura portuaria actual como complemento a la infraestructura actual y no como competencia, una draga permanente sumada a la actualización y mantenimiento de los tajamares y el dique direccional, son algunos de los proyectos que viene liderando René Fernando Puche en estos siete años como presidente del Puerto de Barranquilla. Hablamos con él sobre estos y otros puntos de los que dependen en parte el progreso de la ciudad y el país. 

Contexto: ¿Cómo le ha ido a la sociedad portuaria de barranquilla en estos difíciles tiempos de pandemia?

René Puche: Indiscutiblemente, ha sido un año complejo. Hemos sentido el impacto de la pandemia en nuestra movilización de carga. Sin embargo, en el Puerto de Barranquilla no hemos bajado la guardia. Somos conscientes de la importancia del rol que jugamos en la economía del país y, en especial, en la de Barranquilla, ya que más del sesenta por ciento de lo que sale de nuestro terminal es producido en la ciudad y el cincuenta por ciento de lo que ingresa es materia prima para su industria.

Quiero resaltar que, gracias a un proyecto de transformación digital que iniciamos hace tres años, actualmente nuestros clientes y usuarios pueden acceder a los servicios del puerto de manera remota, lo cual nos permitió seguir atendiéndolos sin ningún tipo de impacto para sus operaciones.

Adicionalmente más de 150 personas de nuestro equipo pueden trabajar desde sus casas minimizando la exposición de ellos y de los que siguen en el terminal. Estos últimos han sido los verdaderos héroes para nuestra organización, pues aún en los momentos de mayor dificultad demostraron su compromiso y capacidad de adaptación y nos han mantenido en el juego sin interrupciones.

C.: Durante años ha costado mucho trabajo resolver los problemas de calado en el acceso al puerto. La impresión que da es que el gobierno central no es eficiente en la atención de este compromiso. ¿Qué hacer para resolver este asunto de una vez por todas?

R.P.: Si bien es cierto que la ley 1 de 1991 es muy clara en cuanto a que el mantenimiento del canal de acceso es responsabilidad del gobierno nacional, el río Magdalena es uno de los más sedimentológicos del mundo por lo que predecir su comportamiento es difícil.

Como soluciones de fondo, no solo es necesario contar con una draga de manera permanente en la zona; adicionalmente hay que hacer de manera urgente obras como los tajamares y el dique direccional que fueron construidas hace mucho tiempo y a las que no se les ha hecho el debido mantenimiento y actualización.
Es importante también evaluar de manera responsable los impactos de las obras que involucran al río, como es el caso del nuevo puente Pumarejo, que sin la debida prevención afectó la estabilidad en el canal de acceso.

Afortunadamente, todos estos aspectos fueron incluidos dentro del proyecto de navegabilidad del río (APP) y, según los anuncios que ha hecho el gobierno recientemente, el contrato debe quedar adjudicado en el 2021, esperamos que la promesa se cumpla y que podamos dejar este tema en el pasado.

El comercio internacional de Colombia sigue siendo bajo en comparación con los países de la región. Los costos de importar y exportar son altos y los procesos lentos. ¿Qué se puede hacer para dinamizar nuestro comercio exterior, considerando que un modelo más abierto es muy conveniente para el Caribe?

En primer lugar, es importante recordar que los puertos son solo un actor dentro de la cadena logística y que hay temas estructurales que resolver para favorecer la dinámica del comercio exterior.

Teniendo en cuenta lo anterior, iniciaría señalando una situación de fondo y es que la mayoría de las empresas en el país fueron creadas para satisfacer demanda nacional y no con visión exportadora, por lo que están ubicadas muy lejos de los puertos (entre 800 y 1.000 km) y, teniendo en cuenta que en Colombia el costo de transporte es uno de los más altos en América Latina, es muy difícil competir en el mercado internacional.

En este contexto, Barranquilla es un ejemplo positivo, ya que es la única ciudad del país que tienen empresas que fueron creadas con visión internacional y que han podido competir de manera exitosa en el mercado mundial, entre otras razones, gracias a su cercanía a nuestro terminal.

Por otra parte, la tramitología necesaria para el comercio exterior es extensa y complicada. Sin embargo, venimos viendo una tendencia muy positiva. Las instituciones del gobierno como la DIAN, ICA, INVIMA, etc. vienen atravesando un proceso de transformación digital y cultural que nos ha permitido ser más dinámicos ofreciendo procesos más ágiles.

Así mismo, se viene haciendo un trabajo mancomunado con la participación de la Alcaldía, la Gobernación, ANDI, ProBarranquilla, ProColombia, Amcham y la embajada de Estados Unidos para promover que empresas estadounidenses, que actualmente tienen producción en China, se ubiquen en nuestro departamento haciendo uso de nuestra infraestructura portuaria y de zonas francas, las cuales han tenido un desarrollo importante en los últimos 10 años.

Y por último agregaría la necesidad de fomentar el transporte multimodal para no depender únicamente del modo carretero y contar con una logística verdaderamente eficiente.

 

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Puerto de Barranquilla.

La mayoría de las empresas en el país fueron creadas para satisfacer demanda nacional y no con visión exportadora, por lo que están ubicadas muy lejos de los puertos (entre 800 y 1.000 km) y, teniendo en cuenta que en Colombia el costo de transporte es uno de los más altos en América Latina, es muy difícil competir en el mercado internacional.

Del Superpuerto se viene hablando hace muchos años y su realización no parece cercana, lo que sugiere que las cuentas aún no cierran. ¿Es por falta de carga, porque la inversión es muy alta, o una combinación de ambas? ¿Qué debería suceder para que sea una realidad? ¿Es necesario que el Estado ponga parte del capital?

Considero que el proyecto del puerto de aguas profundas no debe depender necesariamente (o únicamente) de que haya un incremento en la carga que se moviliza por nuestra zona portuaria. En mi concepto, depende más de nuestra visión de ciudad y si queremos entrar a participar en el mercado de trasbordo de contenedores, por ejemplo.

Para eso, debemos estar preparados para competir a nivel regional con terminales similares a Cartagena, Panamá, Moin (Costa Rica), Mariel (Cuba) o Kingston (Jamaica) que son los principales puertos de trasbordo de contenedores de esta zona geográfica.

Adicionalmente, debemos buscar la manera de crear una sinergia entre el puerto de aguas profundas y la estructura portuaria actual: visualizarlo como un complemento a la infraestructura actual y no como competencia.

Al igual que todas las zonas portuarias del país, Barranquilla ha realizado inversiones muy relevantes, especialmente durante los últimos 10-12 años, buscando ampliar la capacidad de almacenamiento de los diferentes tipos de carga y mejorar la eficiencia de los mismos.

Con el fin de mejorar el cierre financiero de un proyecto como el puerto de aguas profundas, se podría pensar en construirlo de manera modular. Se podría iniciar por la construcción de la línea de atraque para barcos con gran calado y descargar los productos a embarcaciones mas pequeñas que los transporten hacia los diferentes terminales para ser almacenados y posteriormente despachados hacia los diferentes destinos. Utilizando la infraestructura actual como centro logístico para el manejo y distribución de la carga y donde se presten servicios de valor agregado a los usuarios.

Considero que es el momento de tener una discusión abierta sobre este proyecto, con la participación de las fuerzas vivas de la ciudad (incluyendo los portuarios) y el gobierno nacional y así poder determinar si hay un interés real por sacarlo adelante.

¿Como presidente de la junta directiva del Comité intergremial del Atlántico, en qué asuntos prioritarios crees que deben concentrarse la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación?

Considero que todos somos testigos del desarrollo que ha tenido Barranquilla y el Atlántico, sin embargo tenemos temas básicos que resolver si queremos avanzar en competitividad. En ese sentido, temas como el nuevo operador de energía, la doble calzada Barranquilla-Ciénaga y Barranquilla-Cartagena y el canal de acceso deben estar en lo más alto de la agenda de nuestros gobernantes.