Ocho canciones para “brillar hebilla” en el Carnaval de Barranquilla

La música es la verdadera reina del Carnaval de Barranquilla y contribuyó a otorgarle a las festividades su carácter universal de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Como abreboca a la época que se avecina, recordamos ocho canciones –siempre vigentes en cada Carnaval– que han puesto a “brillar hebilla” a carnavaleros de todas las edades.

1. ‘El perro de Juanita’, perro bravo ese

Infaltable en las carnestolendas de Barranquilla, este tema es interpretado por ‘El Mago del Acordeón’, Aníbal Velásquez, el verdadero revolucionario de la música colombiana en la ejecución del instrumento de fuelle. En la alegre composición, de autoría del cencerrista Epifanio Barrios, el protagonista es un bravísimo perro de nombre Farud. ¡Cuántas hebillas ha brillado en tantos bailes desde su aparición a finales de los años 50!

2. ‘La ombligona’, hit carnavalero

Uno de los primeros partos musicales de Los Corraleros de Majagual, cuando esa legendaria agrupación nacida en Sincelejo aún no tenía nombre, es el paseaíto ‘La ombligona’, compuesto y cantado en 1960 por Calixto Ochoa con el acordeón de Alfredo Gutiérrez. No hay fiesta del Caribe colombiano en la que no se baile. Contribuye de manera firme al fortalecimiento de la banda sonora del Carnaval.  

3. ‘El sindicato’, cuatro décadas poniendo a gozar 

A Daudeth Cantillo Deal, un talentoso compositor, saxofonista y director musical nacido en Santa Lucía (Atlántico), a orillas del Canal del Dique, se atribuye la creación de este inmortal paseaíto que en las etiquetas de los vinilos figura con los créditos de Conjunto Ritmo Sindical. Lo vocalizó Felipe Matute. Se grabó en los estudios de Discos Fuentes de Cartagena y salió a la luz en las festividades del 11 de noviembre de 1962.

4. ‘Cantinero sirva trago’, parranda en tecnicolor 

Dolcey Gutiérrez lo compuso y lo grabó en noviembre de 1963 en los estudios de Sonolux en Barranquilla, y desde entonces no ha dejado de cantarlo en cuanto bazar le toque animar, bien sea en la Costa Caribe colombiana, en el interior del país, o en el extranjero. “Es mi canción insigne. Fue la primera que grabé y la primera que pegué. Y no solo es un referente de mi repertorio, sino del folclor costeño”, sostiene el cantautor.

5. De Soplaviento vino ‘Donde canta la paloma’

Tan pronto suena esa gaita, las pistas de baile se llenan de parejas.  Conocedores y profanos de la música popular la identifican enseguida: se trata de Los Gaiteros de San Jacinto, canta Catalino Parra. Pero son muchísimos quienes desconocen que su autor es Gregorio Almeida Ibarra, ‘Goyo’, nacido en Soplaviento (Bolívar) el 23 de Noviembre de 1936. La historia no ha sido justa con este gran baluarte de la composición.

6. ‘Ripití Ripitá’, himno carnavalero

A los pies de Alfredo Gutiérrez se rindieron, plenos de goce, las miles de personas que asistieron el martes 19 de febrero de 1980 al Coliseo Humberto Perea, en la jornada exclusiva para los grupos de acordeones en el marco del Festival de Orquestas. ‘Ripití Ripitá’, jacarandosa pieza de su cosecha, se convirtió en un verdadero himno del Carnaval y lo hizo ganar el Congo de Oro. Desde entonces esa canción es inmancable en las fiestas.

7. ‘La rama del tamarindo’, Piña de éxitos 

Una genuina joya de nuestro folclor. Encabezó el LP ‘Juan Piña… Íntimo’, publicado por ‘El Niño de San Marcos’ con La Revelación y el sello Discos Zeida, en 1982. No se exagera al afirmar que desde su aparición desató la locura en las carnestolendas. Fue la canción más aclamada en el Festival de Orquestas de 1983 y le hizo ganar a su intérprete el Congo de Oro en el Festival de Orquestas celebrado en el coliseo Humberto Perea.

8. ‘El burro mocho’ y ‘El Ñato Mama ron’

“Ñato ¿y tú por qué mamas tanto ron?”… “Porque el ron mató a mi padre y yo tengo que acabar con el ron”. ‘El burro mocho de Cereté’, Noel Petro, sacó a la luz esa canción en 2004, pero pasó casi inadvertida. Víctor Acosta Flórez, un joven que en 2009 tenía 22 años y fungía como DJ de la emisora Madrigal Stereo de Soledad, la rescató, remasterizó y logró posicionarla como una de las canciones insignes del Carnaval en el nuevo milenio.