ajonjoli-campesinos

Gabriel García Márquez da la bienvenida a Cepeda Samudio en 1968.

Contenidas en “Los años de aprendizaje de Álvaro Cepeda Samudio”, obra dirigida por Tita Cepeda y Julio Olaciregui, y publicada este año por Editorial Universidad del Norte, Contexto presenta una selección de las reflexiones que sobre el periodismo realizó el escritor barranquillero mientras estudiaba literatura y periodismo en los Estados Unidos.

Sobre la escritura de columnas y editoriales
  • Las columnas deben ser sencillas. Una columna al estilo de las más reputadas de Estados Unidos: “Anoche en el Hotel del Prado vi a fulano y hablé con zutano y mengano me dijo…”

Importancia de las secciones deportivas

  • Deben ser las mejor escritas del periódico. Evitar el ditirambo, el uso de jerga deportiva y el exceso de adjetivos.

Editoriales

  • Los editoriales deben ser lo más cortos posible. Bien espaciados, letra grande, doble columna. Evitar la aburrida vista que sugiere El Tiempo. Darle luz y aire a la armada.
  • Imitar las secciones de otros periódicos no es pecado, pues ya no es posible encontrar nada nuevo en esta materia.
  • Hacer la ciudad para el periódico y no el periódico para la ciudad.
  • La columna social escrita por una muchacha popular y de más o menos alta sociedad.
  • Importancia de los editores para reescribir el material que necesite ese tratamiento.
  • Cuantas más firmas tenga el periódico tanto mayor será su éxito. Las columnas son leídas por el nombre del autor: no olvidar esto.
  • Desde el habitante de Rebolo hasta los que viven en el Prado están interesados en los movimientos de la alta sociedad. Explotar esta curiosidad.
  • Si la ciudad no tiene noticias el periódico tiene que hacerlas.
  • Si no hay un campeonato que comentar el periódico debe organizar uno.
  • Si no hay un baile para la columna de farándula el periódico tiene que celebrar uno.
  • Cubrir toda la Costa y las ciudades principales.
  • Una pequeña estación de radio en cada pueblo y una gran central de recepción en Barranquilla soluciona los problemas y abarata las corresponsalías.
  • La noticia del día en cada pueblo. Aunque nos parezca sin importancia, para la vida de esa pequeña comunidad sí la tiene.

Portada de “Los años de aprendizaje de Álvaro Cepeda Samudio”, publicado por Editorial Universidad del Norte.

Cuantas más firmas tenga el periódico tanto mayor será su éxito. Las columnas son leídas por el nombre del autor: no olvidar esto.

  • Se prepara una especie de folleto para enviar a los posibles anunciantes. El folleto debe tener las mismas dimensiones del periódico y debe ser en todo igual a una edición del periódico. Inteligentemente hecho. Una edición del periódico dedicada única y exclusivamente para los anunciantes, dando noticia del equipo con el cual cuenta el periódico, etc., etc. Se puede ofrecer preparar los anuncios para las casas que no tengan departamento de publicidad. Con este folleto se envía un formato del periódico y se le pide al anunciador que, en caso de estar interesado, marque allí la clase de anuncio que quiera y devuelva el formato.
  • Cuatro historias desarrollándose paralelamente. Al fin no son sino cuatro diferentes ángulos de la misma historia.
  • Si, incluyendo el valor de los premios, gastos de edición, transporte, edición, distribución, el periódico cuesta $0.004 centavos y si en virtud de los premios y de la alta calidad del periódico se asegura una venta diaria de 100.000 (cien mil) ejemplares, quiere decir que diariamente hay una ganancia de $1.000.oo pesos vendido el periódico a $0.005 centavos.

    Agreguemos a esto impuestos, depreciación y una serie de etc. que rebajan la ganancia a media décima de centavo, todavía el periódico deja una ganancia de $50.00 diarios, más los avisos, esto es ganancia neta.
Álvaro Cepeda Samudio

Nacido en Ciénaga en 1926 y fallecido en Nueva York en 1972. Fue director de El Nacional y del Diario del Caribe, colaborador de El Tiempo y El Heraldo. Autor de libros como Todos estábamos a la espera (1954) y La casa grande (1962).