La administración distrital destina más del 80 % del gasto a la inversión, siendo en 2022 cercana a los 4 billones de pesos, más alta que ciudades como Bogotá, Cali y Medellín. Foto: El Tiempo.
Aunque Barranquilla tiene altos niveles de ingreso y gasto fiscal por habitante, el creciente endeudamiento de la ciudad revela que es necesario reducir el gasto público y fortalecer los ingresos propios. La viabilidad fiscal de la ciudad es una realidad que no debe ignorar el próximo alcalde.
La capital del departamento del Atlántico logró recuperar sus finanzas territoriales a finales de los 2000, debido, entre otras razones, al incremento del ingreso corrientes –especialmente de sus recaudos– y a la finalización del acuerdo de reestructuración de pasivos (Ley 550 de 1999) que abrió la posibilidad de adquirir nueva deuda respaldada con capacidad fiscal real.
El crecimiento de la deuda de la ciudad para mantener su modelo de desarrollo ha llevado a que varios académicos y Fundesarrollo evalúen la conveniencia de seguir aumentando el endeudamiento de la ciudad. Para la vigencia 2022 y según el último informe de Viabilidad Fiscal (IVF) del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, se estima que la deuda total de la ciudad es casi tres veces el valor de sus ingresos corrientes.
Como centro de pensamiento de la región Caribe, en Fundesarrollo analizamos la información presentada en este informe, ya que consideramos indispensable resaltar varios hechos sobre la dinámica fiscal de la ciudad de cara a los retos que tendrá que asumir la nueva administración distrital.
Veamos los elementos más importantes del informe de Ministerio: llama la atención en primer lugar la notoria reducción de los ingresos. Durante 2022 los ingresos de la ciudad correspondieron a 4.3 billones, inferiores en un 8.5 % a los 4.7 billones de 2021 por la menor dinámica en los ingresos de capita1l y la disminución de las transferencias recibidas del gobierno central.
En segundo lugar, los recursos destinados a pagar la deuda. Los gastos del Distrito en 2022 ascendieron a 4.9 billones de pesos; de los cuales, el 12 % correspondió a gastos de funcionamiento, 82 % a inversión y 6 % al servicio de la deuda; 311 mil millones fueron pagados en intereses y aportes a capital de créditos adquiridos por la ciudad. La financiación de la deuda en Barranquilla pesa dos veces más que en Bogotá (3 %) y seis veces más que en Cali (1 %).
La administración destina más del 80 % del gasto a la inversión, siendo en 2022 cercana a los 4 billones de pesos. Cada barranquillero recibe cerca de 3.1 millones de pesos, cifra que es superior a la que recibe de su gobierno un bogotano o un medellinense (2.9 millones). Sin embargo, entre las cuatro ciudades principales, Barranquilla presentó la menor ejecución de la inversión pública en 2022 (83 %), mientras que las ciudades que componen el triángulo de oro mostraron niveles superiores a 89 % en la misma vigencia.
En tercer lugar, a pesar de la aparente buena práctica en el gasto, este supera en cerca de 600 mil millones de pesos al ingreso total de la ciudad, por ello no será posible mantener el nivel de gasto de los últimos años si no se proponen acciones dirigidas a aumentar sustancialmente el ingreso propio del Distrito.
El cuarto punto tiene que ver con el creciente nivel de endeudamiento, el cual invita a manejar con cautela las finanzas públicas locales. Al cierre de 2022, el saldo de la deuda fue de alrededor 2.9 billones de pesos. Por habitante, cada barranquillero tendría que aportar 2.2 millones de pesos para solventar la deuda vigente, cifra superior a lo observado en ciudades como Bogotá, donde el saldo de deuda por habitante es la mitad que en Barranquilla (1 millón por bogotano).
El crecimiento del gasto público en Barranquilla desde 2017 ha sido mucho mayor que sus ingresos, lo que ha llevado a cubrir déficits presupuestales con deuda pública. Es necesario replantear la sostenibilidad de este modelo de crecimiento del gasto.
Y el quinto punto crítico es el déficit operacional de los organismos descentralizados. Entre las entidades descentralizadas se encuentran empresas como Transmetro S.A., la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla (Edubar), el Terminal de Transportes de Barranquilla S.A. y establecimientos públicos como la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI), la Dirección Distrital de Liquidaciones (DDL) y el Establecimiento Público Ambiental Barranquilla Verde.
De las seis entidades, la mitad (ADI, Edubar y Transmetro) pagaron montos de servicio a la deuda superiores a 24 mil millones de pesos, un déficit operacional promedio de 27.3 mil millones. Este preocupante balance demanda evaluar la sostenibilidad de entidades distritales que presentan gran dependencia de las transferencias de la administración central para su funcionamiento. En promedio, el 78 % de sus ingresos provienen de esta fuente de recursos.
En resumen de los cinco puntos expuestos, el crecimiento del gasto público en Barranquilla desde 2017 ha sido mucho mayor que sus ingresos, lo que ha llevado a cubrir déficits presupuestales con deuda pública; los indicadores de solvencia presentados del informe de viabilidad fiscal del Minhacienda dejan en evidencia la necesidad de replantear la sostenibilidad de este modelo de crecimiento del gasto. Así lo indica el Ministerio: “Se recomienda evaluar la conveniencia de seguir aumentando el endeudamiento, dada la creciente participación en los últimos años y el servicio a la deuda ya existente, que durante 2022 presentó un incremento significativo”
Se hace indispensable fortalecer los ingresos propios y ajustar el gasto fiscal para evitar caer en una situación de insolvencia en el mediano plazo. No menos importante es lograr definir estrategias de financiación autónoma para las entidades descentralizadas; algunas empresas asociadas al distrito financian su funcionamiento de manera autónoma, pero otras presentan déficits operacionales que deben ser atendidos por la administración y quedar cubiertos por la regla fiscal para limitar el manejo discrecional de las finanzas de las entidades territoriales.
Referencias
1Incluyen las transferencias nacionales, Cofinanciación y otros ingresos de capital.
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Fundesarrollo
La Fundación para el Desarrollo del Caribe es un centro de pensamiento creado en diciembre de 1996 por iniciativa de un gremio empresarial con el fin de realizar y difundir investigaciones de carácter económico, social, político y científico para la región Caribe que contribuyan al desarrollo y a la solución de problemas que limitan el bienestar de la población.
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