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La Sonora Matancera, un All-Stars de la música afro caribeña que revolucionó la forma de hacer música.

El 12 de enero de 1924 en el populoso barrio Ojo de Agua, de Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre, nació el emblemático conjunto cubano. 

La mejor definición de la Sonora Matancera se la escuché a Nelson Pinedo en septiembre de 2006, en Caracas, cuando lo entrevisté para el libro sobre su vida, El almirante del ritmo, que me publicaría en diciembre de ese mismo año la Editorial La Iguana Ciega.

“La Sonora Matancera es la madre de los ritmos de todas las agrupaciones de la música afrocaribe”, me dijo ‘El Pollo Barranquillero’, genuina autoridad para hacer esa aseveración, toda vez que él formó parte fundamental de la agrupación durante casi cinco años (entre 1953 y comienzos de 1958) y, a juicio del director Rogelio Martínez, fue “la voz mejor educada que pasó por la Sonora”.

La sentencia de Nelson, cuyo nombre de pila era Napoleón Pinedo Fedullo, cobra validez y se consolida al cumplirse por estos días el centenario de la fundación del célebre Decano de los Conjuntos Cubanos.

La historia de la Sonora Matancera comenzó a redactarse el 12 de enero de 1924 en el populoso barrio Ojo de Agua, de Matanzas, capital de la provincia del mismo nombre.

En una casa situada en la calle Salamanca, entre Jovellanos y Ayuntamiento, Valentín Cané, mulato de mucha simpatía, ejecutor del tres, instrumento derivado de la guitarra, se reunió con varios amigos músicos para darle nacimiento a un relevante proyecto artístico que tendría como nombre inicial la Tuna Liberal.

Con el paso de los años cambiaría de razón social: Sexteto Soprano (1926), Estudiantina Matancera (1927), Sexteto Sonora Matancera (1930) y finalmente Conjunto Sonora Matancera (1935).

Verdad de a puño. Basta enunciar las estadísticas, año de su creación, número de grabaciones, programas de radio que le han hecho en diversos países, y escuchar solo algunas canciones de su repertorio para comprobar que no hay exageración ninguna cuando se le asigna a La Sonora Matancera el calificativo de Decano de los Conjuntos Cubanos.

Más de cuatro mil canciones grabadas y cualquier cantidad de acetatos y discos compactos publicados ubican a La Sonora en un pedestal inalcanzable. Por sus filas pasaron 47 cantantes de nueve nacionalidades, de ellos, 26 cubanos, 11 puertorriqueños, 2 argentinos, 2 mexicanos, un dominicano, un venezolano, un uruguayo, una haitiana, y 2 colombianos, el barranquillero Nelson Pinedo y la cartagenera Gladys Julio.

De acuerdo con el libro Guinness de los récords, la Sonora es la agrupación más antigua del planeta, y la que congregó el mayor número de asistentes a un concierto, ofrecido a cielo abierto.

“Una de las razones por las cuales la Sonora fue la colectividad cubana que más penetración tuvo en América consistió en que su director, Rogelio Martínez, tuvo la genialidad de invitar a grabar a cantantes de varias nacionalidades”, me dijo el cantante Leo Marini, al final de una presentación en el Teatro Amira de la Rosa, en 1990.

Más de cuatro mil canciones grabadas y cualquier cantidad de acetatos y discos compactos publicados ubican a La Sonora en un pedestal inalcanzable. Por sus filas pasaron 47 cantantes de nueve nacionalidades.

La época de oro de la Sonora comprendió de los años 1948 a 1959, año este último en que el triunfo de la Revolución y el cambio de régimen político obligó a la migración y exilio de diversos artistas. En esa década, el grupo base estuvo conformado así: Rogelio Martínez, director; Lino Frías, piano; Calixto Leycea y Pedro Knight, primera y segunda  trompetas; Elpidio Vásquez, bajo; José Rosario Chávez ‘Manteca’, timbales; reemplazado por Ángel Alfonso Furias ‘Yiyo’; Carlos Díaz ‘Caito’, maracas y coro; Bienvenido Granda, cantante de planta y corista;  remplazado por Laito, y este, a su vez, por Celio González. 

A lo largo de esos 11 años desfilaron cantantes de altos quilates como los boricuas Daniel Santos, Bobby Capó, Myrta Silva y Carmen Delia Dipiní; los cubanos Bienvenido Granda, Miguelito y Vicentico Valdés, Laito Sureda, Celio González y Celia Cruz; el dominicano Alberto Beltrán; los argentinos Leo Marini y Carlos Argentino, el venezolano Víctor Piñero y, por supuesto, el colombiano Nelson Pinedo.

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El cantante barranquillero fue la voz por espacio de cinco años de La Sonora. Su legado rítmico y portentosa voz reposa en distintos elepés de esa agrupación.

Fue tanta la fascinación que originó la Sonora, que incentivó a varios autores a escribir sobre la historia del inmortal conjunto:  el médico antioqueño Héctor Ramírez Bedoya, ya fallecido, produjo la más completa biografía del encumbrado grupo matancero, y además fundó en Medellín el Club de la Sonora Matancera.

Así mismo, el caleño Humberto Valverde publicó un texto con las principales estrellas de la agrupación matancera, y el barranquillero José Portaccio Fontalvo nos legó una interesante obra sobre esa temática enriquecedora. Este suscrito hizo su aporte bibliográfico, significativo, con la publicación de la mencionada biografía Nelson Pinedo, El Almirante del Ritmo, en la que narro el vínculo, anécdotas y la discografía completa de ‘El Pollo Barranquillero’ con la Sonora Matancera, compuesta por 50 canciones.

Muy significativa fue la participación, en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, de reconocidas figuras en el canto como Yayo El Indio, Welfo, Ismael Miranda y Jorge Maldonado, quienes contribuyeron con sus grabaciones a la longevidad de la archipopular agrupación de Matanzas cuya historia y repertorio forman parte del patrimonio musical de la humanidad.

Diez canciones esenciales de la Sonora 

1. ‘Ritmo Cubano’ (instrumental)

2. ‘Total’ (bolero, en la voz de Celio González)

3. ‘En la orilla del mar’ (bolero, en la voz de Bienvenido Granda)

4. ‘El tíbiri tábara’ (guaracha, en la voz de Daniel Santos)

5.  ‘Me voy pa’ La Habana’ (porro, en la voz de Nelson Pinedo)

6. ‘Burundanga’ (guaracha, en la voz de Celia Cruz)

7.  ‘Caribe soy’ (bolero rítmico, en la voz de Leo Marini)

8. ‘Las muchachas’ (guaracha, en la voz de Carlos Argentino)

9. ‘Los aretes de la luna’ (bolero, en la voz de Vicentico Valdés)

10. ‘Todo me gusta de ti’ (bolero, en la voz de Alberto Beltrán).

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Fausto Pérez Villarreal

Barranquilla (1965). Comunicador Social-Periodista, profesor de la Universidad Sergio Arboleda sedes Barranquilla y Santa Marta. Dos veces ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. En 2014 fue finalista del Premio Internacional de Puerto Rico, entregado en Madrid. Su más reciente libro se titula Richie y Bobby en el corazón de Barranquilla