“El materialismo desbordado ha generado una crisis de ansiedad y depresión”: Dada Divyapremananda

Dada Divyapremananda nació en el sur de Italia, a pocas horas del Vaticano. Durante su infancia, confiesa, siempre quiso ser un discípulo de Jesús. Lo que nunca pensó aquel joven, era que el destino lo llevaría a convertirse en monje de la órden monástica de Ananda Marga; una organización socio espiritual fundada en 1955 por el filósofo, yogui, poeta, compositor y lingüista indio Shrii Shrii Anandamurti, quien se convertiría, años más tarde, en su maestro.

Divyapremananda tampoco imaginó emprender un viaje hacia Colombia, donde crearía, desde el año 1984, dos escuelas de educación gratuita para los más necesitados, y un santuario del yoga dedicado a propagar las enseñanzas de su maestro. Además de su formación como profesor de meditación y filosofía tántrica, Dada es físico de profesión, Doctor con M.D. en medicina cimática y bioenergética. Terapeuta del color y del sonido. Ha sido conferencista por más de 40 años y recientemente se certificó como especialista en manejo de conflictos de la Universidad de California. 

Actualmente dicta conferencias, seminarios y ofrece la iniciación gratuita en la técnica de meditación, que enfatiza, es un derecho de nacimiento del ser humano. Para esta entrevista nos recibe con su túnica naranja y una mirada brillante, transparente y sincera, de quien ha transitado por las profundidades de su mente y de su alma. 

Andrea Quintero: ¿Cómo un monje nacido en Italia termina viviendo en Barranquilla?

Dada Divyapremananda: Después de terminar mi entrenamiento de monje en la India, mi maestro me encargó dirigir Ananda Marga en Colombia. Primero llegué a Bogotá y después establecí mi sede aquí en Barranquilla. Dentro de la organización, tenemos trabajos sociales determinados que abarcan los dos principios de la misión de Ananda Marga: autorrealización y servicio a la humanidad. En la parte de autorrealización, comencé a enseñar yoga y meditación; la meditación despierta ese contacto con el mundo interior y desarrolla esa paz y amor por toda la creación. Y en la parte de servicio a la humanidad, hemos construido dos escuelas con la ayuda desinteresada de muchos voluntarios. Una que opera desde el año 1986 en el Barrio Las Malvinas, y otra situada en el barrio La Libertad. Ambas ofrecen educación gratuita a los más necesitados. Se llaman Centros Educativos Prabhat Ranjan Sarkar, en honor al nombre civil de mi maestro.  

A.Q.: Tienes una hoja de vida muy robusta, y personalmente hay algo que cautiva mi atención y es tu formación como físico. ¿Cómo logras unir la física con la espiritualidad? 

D.D.: La física es algo que me apasiona desde cuando era jóven, pero realmente yo quería estudiar música. Yo vivía en un pueblo en el sur de Italia, y era difícil para mí ir a una ciudad a estudiar, también porque las condiciones económicas de mi familia no me lo permitían, así que estudié física y me gustó muchísimo. Con el tiempo, apliqué estos conceptos de la física a la espiritualidad, porque la espiritualidad es una ciencia. La física me ayudó a explicar procesos de la creación donde se marca el límite entre el universo y el creador, Dios. Y me ha permitido acercar a las personas, de una forma más científica, hacia la espiritualidad. 

Un estudio reciente realizado por la Asociación Mundial de Psiquiatría y publicado en la revista The Lancet, plantea que estamos viviendo una crisis global de depresión y el mundo no está lidiando adecuadamente con ella. ¿Qué está sucediendo?

La sociedad, el mundo, las personas, se han volcado hacia lo exterior, lo material, y han olvidado el mundo interior. La inspiración, la motivación, la paz, todo está dentro de nosotros. Por eso se dice: la felicidad está dentro de ti. Jesús decía, “el Reino de Dios está dentro de ti”, así que esa búsqueda del materialismo, donde hoy todo se mide por cantidad; cuánto dinero tienes, cuántos followers y likes tienes, nos ha hecho olvidar de la calidad. Y eso ha generado un desequilibrio no sólo a nivel social sino también a nivel interior. Los estados de ansiedad y depresión, son manifestaciones de esa pérdida de equilibrio interior. Así que no es de extrañarse que una persona que se ha volcado totalmente hacia la búsqueda de las cosas materiales pierda el equilibrio.

¿Y cómo podemos lograr ese equilibrio del que hablas?

El problema de salud mental es un problema personal. Tenemos que darle a las personas las herramientas para que ellos mismos desarrollen sus propios recursos internos. Lo primero que tenemos que enseñarles es a identificar, entender y a gestionar sus emociones, para luego reconocerlas en los demás, eso es inteligencia emocional. Lo segundo es enseñarles principios morales que sirvan de carril, de dirección, y por último, tenemos que enseñarles la práctica de meditación. Muchos experimentos científicos han revelado que las personas que meditan regularmente secretan un neurotransmisor llamado dopamina, que es prácticamente la droga de la felicidad. En el proceso de meditación, las personas secretan 65 % más de dopamina y, paralelamente, hay un aumento de las ondas cerebrales alfa y teta que te permiten solucionar problemas, te infunden paz, tranquilidad y placer interior. La gestión emocional, los principios morales, y la meditación deberían aprenderse desde el pre-escolar, eso es lo que enseñamos en nuestras escuelas. Y son herramientas que tendrían que estar presentes en todos los sistemas educativos.

¿Es por eso entonces, que se habla tanto de meditación hoy?

Hoy se habla mucho de meditación porque ha sido investigada en reconocidas universidades; por la medicina y por la psicología. Pero la meditación es una práctica milenaria y nació exactamente por esa necesidad del ser humano de querer más y más. El animal una vez que ha comido está satisfecho, el ser humano una vez que ha comido no está satisfecho, quiere algo más. ¿Por qué? Porque la característica innata humana es la sed de felicidad infinita. Nosotros queremos placer infinito y ese placer infinito el mundo material no lo puede proporcionar. 

Hace miles de años, grandes sabios en la India lo entendieron. Sino lo puedo encontrar afuera, porque algo limitado no puede darme placer infinito, entonces tiene que haber un lugar dentro de mi que sea ilimitado, donde mi búsqueda nunca acabe, y donde yo me sienta completamente satisfecho: el mundo interior. Ellos desarrollaron una práctica que te permite entrar en contacto con tu mundo interior, eso es la meditación. Y, a diferencia de lo que dicen algunas personas por ignorancia, la meditación no es una práctica religiosa, es un proceso científico y psicológico que está al alcance de todos y es el derecho de nacimiento de todo ser humano.

A.Q: Acabas de lanzar, con tu equipo de colaboradores, un nuevo proyecto. ¿Nos puedes contar de qué se trata? 

D.D.:Desde hace 40 años dictamos conferencias y seminarios sobre crecimiento personal, y, el año pasado, decidimos crear una estructura para darle una formación más profesional a las personas. Creamos Ananda University: la universidad del autoconocimiento. No existen universidades enfocadas sólo en el crecimiento personal, entonces hemos creado esa universidad con esa intención. Vamos a hacer especializaciones y maestrías sobre manejo de conflictos y negociación, liderazgo, inteligencia emocional, manejo del estrés. Muy pronto iniciará la primera maestría sobre manejo de conflictos y negociación.

A.Q.: En todos estos años como monje, cuáles serían 3 grandes enseñanzas que te ha regalado la vida y que nos puedas compartir hoy a todos nosotros. 

D.D.:Los resultados y el éxito no llegan de un día para otro. El éxito es a largo plazo. Es un trabajo diario multiplicado por un largo tiempo.Y eso me ha ayudado a ser paciente, perseverante y sentir que tú puedes hacer lo tuyo, tú eres responsable de lo tuyo, pero el resultado depende de otros factores, Dios.

A.Q.: ¿Qué nos depara el futuro?

D.D.:Yo me acuerdo de algo que decía mi maestro: “El futuro de la humanidad es brillante, más brillante que el oro, más brillante que el platino, más brillante que cualquier cosa que ustedes pueden imaginar”. La luz viene de la oscuridad. Lo que estamos pasando hoy es un momento oscuro en la historia de la humanidad. Hay guerra, hay miseria, hambre, divisiones, ¿Por qué? Porque el ser humano no se encuentra a sí mismo. Lo que tenemos que hacer es re-encontrar ese camino interior, tenemos que recuperar esa paz interior en el mayor número de personas posibles, para que se genere una psicología colectiva donde la paz será inevitable. Y además de recuperar ese equilibrio interior, es necesario también encontrar una teoría socio-económica que proporcione las necesidades básicas de vivienda, comida, educación, cuidado médico, que debería ser gratuito para todos. Hoy en día esto no está garantizado para la mayoría de la gente, y si queremos un mundo mejor, tenemos que primero sacar a las personas del hambre, la miseria y la explotación. Se necesita algo nuevo, innovador, algo que tome en consideración al ser humano como ser físico, mental y espiritual.