ajonjoli-campesinos

La pobreza y la desnutrición en la alta Guajira, uno de los flagelos históricos en el Caribe colombiano. Foto: Iwgia.

De cara a la primera vuelta presidencial, estos son los diez desafíos que tiene nuestra región Caribe y por los que deberá trabajar el próximo Presidente.

Tres Centros de Pensamiento del Caribe Colombiano, Atarraya, con sede en Montería; Cesore, en Valledupar, y Fundesarrollo, en Barranquilla, unieron esfuerzos con el fin de darles a conocer a los candidatos presidenciales diez de los desafíos sociales y económicos más apremiantes que tiene nuestra región, así como sus posibles soluciones.

1. Lucha contra la desnutrición: la mortalidad infantil de la región alcanza en departamentos como La Guajira 53 muertes por cada mil nacidos vivos, mientras la media nacional es de 17 casos, a lo cual se suma la baja proporción de hogares en Barranquilla, Cartagena y Sincelejo que consumen las tres comidas al día.

¿Qué hacer?: como solución es necesario aumentar las transferencias a los más pobres y vulnerables. Esto implica lograr que los PAE sean no sólo de calidad y nutritivos, sino garantizar que no se roben los recursos destinados a estos planes de alimentación. Se requieren programas de educación nutricional y de control al desperdicio y pérdida de alimentos. Finalmente, y en esta lista corta de opciones, hay que invertir en procesos de investigación y desarrollo en la adaptación agrícola con el fin de mejorar la producción de alimentos.

2. Educación, tarea pendiente: en el Caribe colombiano son persistentes y crecientes las brechas en calidad educativa tanto a nivel municipal como departamental. Solo por ilustrar un dato, en los resultados de lectura crítica de las pruebas Saber 11, a excepción de Atlántico y San Andrés, los departamentos de la región se encuentran en la cola inferior con los menores puntajes promedio del país. A esta problemática se suma la baja cobertura en educación preescolar, las cifras inaceptables de analfabetismo, la baja proporción de docentes con formación profesional o de posgrado, entre otros.

¿Qué hacer?: para superar esta problemática se debe considerar una estrategia de intervención integral que considere el aumento en las coberturas de la educación preescolar y la extensión de la jornada única en instituciones educativas oficiales, avanzar en la adaptación y construcción de nueva infraestructura educativa, garantizar los requisitos en alimentación escolar para la correcta implementación de la jornada, así como el aprovechamiento de la infraestructura educativa actual para implementar jornadas especiales de alfabetización para adultos mayores.

Para sobreponer las debilidades en materia de formación docente, es oportuno elevar el número de programas de licenciatura de alta calidad, ampliar los programas de créditos condonables en esta carrera y el apoyo de becas en maestrías para docentes en ejercicio, como también becas para estudiar inglés en el extranjero. Lo anterior debe ir de la mano con el fortalecimiento institucional de las secretarías de educación con programas de acompañamiento y con formación a rectores que permitan la gestión y ejecución de las propuestas aquí sugeridas.

3. El embarazo adolescente no para: en 2018, el Cesar presentó una tasa de 96 embarazos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años, ubicándose en el segundo lugar entre los 10 departamentos con mayores tasas, superado solo por Guainía y seguido de Magdalena, La Guajira, Sucre, Bolívar y Atlántico. Cinco departamentos de la región entre los peores del país en este indicador.

¿Qué hacer?: se propone el fortalecimiento de la educación sexual en la juventud desde la primaria para garantizar una sexualidad saludable y segura; así como la focalización de las acciones e intervenciones a los jóvenes más vulnerables, como aquellos que no acuden a la escuela, que viven en zonas rurales y de conflicto, y a los migrantes.

4. Servicios públicos en cintura: la región experimenta una ineficiente provisión de servicios públicos y graves problemas de acceso a saneamiento básico, así como un elevado costo del servicio de energía que generan suspensiones e interrupciones del servicio, afectando el desarrollo de diferentes actividades económicas.

¿Qué hacer?: para superar las deficiencias en la prestación de los servicios públicos es necesario realizar mayores inversiones por parte del gobierno central y local que permitan lograr coberturas universales en acueducto y alcantarillado a través del diseño de estrategias de intervención y focalización que se adapten al contexto social, ambiental y cultural de cada uno de los departamentos de la región Caribe. Asimismo, inversiones planificadas tanto en la generación como en la transmisión de energía eléctrica, que garanticen y mejoren la eficiencia en la prestación del servicio a los hogares y empresas de la región.

5. Baja productividad: la región cuenta con un bajo PIB per cápita y una baja competitividad. Mientras el PIB per cápita nacional fue de casi $20 millones, el del Atlántico fue de $16.4 millones, Bolívar $15,8 millones y el más bajo, La Guajira, de sólo $8,7 millones. A nivel de competitividad, según el Consejo Privado de Competitividad, para el período 2020-2021 el mejor posicionado fue el Atlántico, en número 6; Bolívar de 11, mientras que Córdoba, Sucre y La Guajira ocuparon los puestos 22, 23 y 25 respectivamente entre 33 entidades territoriales.

¿Qué hacer?: la propuesta para alcanzar una mayor productividad y diversificación productiva en los departamentos del Caribe colombiano parte de sacar provecho de acuerdos comerciales que permitan aumentar las exportaciones, para lo que se requiere avanzar en la incorporación de tecnologías, y fortalecer la educación pertinente y técnica en los sectores que ofrezcan ventajas comparativas y que sean estratégicas para la región. Asimismo, identificar y apoyar las iniciativas clúster más dinámicas, establecer alianzas público-privadas para sectores estratégicos con mucha participación de la academia y de centros de pensamiento. Finalmente, avanzar hacia la diversificación productiva en toda la región, enfatizando en el Cesar y La Guajira vía agroindustria, servicios, energías renovables y turismo, para que dejen de depender del carbón.

Con respecto a los ecosistemas acuáticos, se requiere de mayor control y regulación, pero sobre todo de un mejor entendimiento del comportamiento de la naturaleza para no buscar soluciones contranaturales que empeoran la situación.

6. Empleo, el gran lunar: la región Caribe también es una de la más rezagada con relación a la calidad del empleo. Para 2019 tenía 4,71 millones de ocupados y una tasa de informalidad de 70.2%.

¿Qué hacer?: es necesario ahondar esfuerzos para caracterizar a la población informal y focalizar las políticas de transición a la formalidad; implementar políticas de desarrollo productivo que permitan determinar estrategias eficaces para promover el fortalecimiento del capital humano, de manera que éste se ajuste a la actual transformación industrial y así poder incentivar inversiones y desarrollo empresariales en la región que mejoren la calidad del empleo y el desempeño de las economías regionales. De esta manera, a través del desarrollo y mejoras en la productividad regional se pueden generar nuevas oportunidades de empleos formales que contribuyan a disminuir sus altas tasas de informalidad.

7. Ojo al medio ambiente: se proponen soluciones para la reforestación, recuperación vegetativa, pago por servicios ambientales, y economía regenerativa para poder hacer un uso sostenible de los recursos naturales. Con respecto a los ecosistemas acuáticos, se requiere de mayor control y regulación, pero sobre todo de un mejor entendimiento del comportamiento de la naturaleza para no buscar soluciones contranaturales que empeoran la situación; finalmente, en el tema marítimo se propone iniciar cuanto antes las obras de protección costera con su respectiva regulación.

8. Gobiernos territoriales: De cara al bajo desempeño municipal de los gobiernos territoriales, se menciona la necesidad de avanzar en la actualización de las bases tributarias, simplificación y facilitación del cobro y el pago de impuesto, ejecutar planes de optimización de recursos propios, y modernizar los sistemas de facturación y cartera.

9. Fortalecer vías: se recomienda fortalecer los sistemas de transporte masivo, ejecutar los proyectos de conexión vial estratégicos, e implementar el plan vial para el campo. Asimismo, para la movilidad intraurbana, se debe disponer de un vehículo financiero que le dé manejo a la caja de los sistemas de transporte y desde lo institucional es necesaria una reglamentación de contratación más clara. Se exige la ejecución de proyectos como el Canal del Dique, la navegabilidad del río Magdalena, la conexión de la alta Guajira, entre otros.

10. Acceso a TICs: se reconoce la necesidad de avanzar hacia la universalización en el acceso a TICs, para lo cual se solicita un aumento de las inversiones para ampliación de coberturas de redes, así como el desarrollo de programas educativos que promuevan un buen uso de la información y de la tecnología.

En resumen, la satisfacción de los anteriores desafíos solo será posible mediante un compromiso expreso y oficial por la transparencia que la región Caribe pueda tener en la gestión y el uso de los recursos públicos.