Margarita Garcia

El escritor y poeta barranquillero John Better. Foto: El Punto.

En Contexto, tiempo para la poesía.

Aparición de Ramón Illán Bacca pidiendo permiso entre la gente 

Ahí viene Ramón pidiendo permiso entre la gente.
Parece un pájaro caminando sobre las piedras”.
Parece un hobbit bajo la lluvia.
Parece un niño extraviado y ciego tropezando contra todo.
Permiso, señora. Permiso, señor. Llevo mucho afán. Me esperan”, dice Ramón entre la gente.
Y todos lo miran con extrañeza.
Parece un bibliotecario jubilado, piensa una doña de sombrero amplio.
Parece un profesor de alguna ciencia oculta, dice un joven pálido y lisiado.
Ahí va Ramon  tratando de abrirse paso entre la gente.
No los mira
Nadie existe
Nada existe
Solo su afán por llegar a ese incierto lugar donde lo esperan.
El viejo reparador de relojes le grita: “¿A dónde va con tanto afán, Sr. Bacca?”.
No escucha nada
No mira los semáforos
No se detiene un segundo
Tan solo camina y camina con una bolsita en la mano.
Por fin se ve en una calle desolada del centro.
Al fondo de ella, un hombre tan pequeño como un gnomo lo espera
detrás de una montaña de libros viejos usados.
Ya le tengo el libro que me pidió. Pero el precio se ha triplicado,
el autor ha muerto hace pocos días, dijo el hombre diminuto.
No supe nada, nadie me lo contó”, dice Ramón con un poco de tristeza.
Mejor así, respondió el librero y lo invitó a un café.
No puedo, señor, voy de afán”, puntualizó el hombre que parecía
un pájaro caminando sobre las piedras.

*El segundo verso esta tomado del prólogo de Juan Gossaín para la edición de Marihuana para Göering, de 1979 (Testimonio del autor).

Foto: La Palabra. Univalle.

Perras en conserva

En el límite de las heridas somos manada
Perras mestizas, criollas, indígenas, mulatas y negras
Perras travestis, rubias de peróxido
Taconeo sobre minas.
Perras de largos colmillos, desdentadas, extraviadas, fugitivas, sidosas
Molidas a palo y patadas de tu bota.
En el límite de la periferia las perras custodiamos
Alerta y olfateando
En el límite de tu pánico nuestros sexos son trincheras
El territorio perdido al que nunca has de regresar
Así, cojas, tísicas y con el espinazo partido seguimos aguardando
Perras enlatadas
Perras de pelea trotando por la City.
Ovulando
Pariéndolos
De pie o de cabeza a cada segundo
Apretando nuestras piernas para sofocarlos
Perras que ladran y muerden
Que callan e hincan los dientes hasta el fondo del hueso
Sabemos muy bien de sus piedras y comida envenenada
Nos hacemos las lesas cuando pasan por estas calles
Con sus “perras de tocador” y sus pequeños hijos
Sabemos todo lo que han hecho
Todo está en videos
En cuerpos desmembrados
Puzzle de carne y rapiña en las pupilas
Perras brincando y moviendo felices el rabo por toda la vereda
Jugueteando
Correteando
Pasándonos una a otra un trozo de algo que todavía gotea sangre
Algo que juntas arrancamos de raíz.

Foto: David Bowie – Museum of Contemporary Art Chicago.

Nueva sangre

Bienaventurado quienes sueñan pues de ellos será el reino de los sueños, y también los que sufren pesadillas por que serán los encargados de destruir el reino de los sueños.

Bienaventurados quienes estuvieron en primera fila en un concierto de David Bowie y se dieron de frente con su mirada anfibia, pues serán los primeros en verlo descender de su cápsula espacial.

Bienaventurados quienes tomaron de la lata de sopa de tomate Campbell’s®, porque bebieron de la preciosa sangre de Warhol.

Bienaventurados los que clamaron por un un poco de agua y les dieron, uno, dos, tres vasos de vodka helado.

Bienaventurado el hombre que se amanceba con el hombre, por que no dejará estirpe alguna e irá por los callejones  del mundo inoculando su estéril semilla.

Bienaventurada la mujer que pare hombres destinados a la batalla y al goce de otros hombres.

Bienaventurada el ave que surca el cielo de una húmeda etiqueta de cerveza.

Bienaventuradas las máquinas tragamonedas que nos acercan a la suerte de los irlandeses y sus ollas repletas de oro.

Bendito sea el cactus que me pincha y encona el alma.

Bienaventurado tu cuerpo y los cientos de cuerpos en los que estuve buscándote hasta la muerte.

El día
El Dios
El otro
Penden de una soga.

*Del libro inédito y póstumo Lo que no tolera la luz.

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John Better

Poeta y escritor barranquillero autor, entre otros, de los libros China White (2006), Locas de Felicidad (2009) y las novelas A la caz(s)a del Chico Espantapájaros (2016) y Limbo (2020).

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