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Karly Marina Loaiza –Kali Uchis–, una artista paisa con resonancia global. Foto: Universal Music.

En Orquídeas, su más reciente álbum, la ganadora del Grammy canta al lado de Karol G y el mexicano Peso Pluma. Reseña de una producción coqueta y liberadora.

En 1936, la orquídea fue declarada como flor nacional de Colombia. Y es que en nuestro país existen más de 4.250 especies de esta planta que exuda elegancia tropical. En Orquídeas, su cuarto disco, Karly Marina Loaiza –Kali Uchis– se inspira en la singularidad de esa flor, y su paralelismo con el encanto de las mujeres latinas, al expandir su imaginario de ‘femme fatale’ con 14 canciones tejidas con elementos de corrientes como el synthpop, el house, el reguetón, el merengue y el bolero.

Nacida de padres colombianos en 1994 en Virginia (EE.UU.), y criada en Pereira hasta su adolescencia, momento en que regresó con su familia al país norteamericano, Kali nunca dudó que su futuro estaba lleno de glamour, tarimas y éxitos radiales. Lo decidió desde su infancia, tras tomar clases de baile, piano y saxofón. Antes de cumplir 20 años, se fue sola a Los Ángeles a tocar puertas con sus “demos” caseros, hasta que una colaboración con Snoop Dogg en 2014 fue uno de los primeros aciertos en su virtuoso ascenso a las grandes ligas de la música urbana. En 2017, Lana Del Rey la eligió como telonera de su gira; y en años recientes la reina del spanglish ha grabado junto a Gorillaz, Tyler The Creator, Juanes, y Mac Miller, entre muchos otros. 

A sus 29 años, la paisa ya comparte con Shakira el honor de haber sido las dos únicas colombianas en ganar en los Grammy. Y ahora la diva exiliada vuelve a encender los rankings con un disco que se debate entre la sofisticación sonora y armonía vocal del R&B, y el perreo erotizante gestado en latitudes caribeñas. Si bien en sus anteriores trabajos ella ya había abordado la temática del amor propio y la reivindicación del poder femenino, en este nuevo material la autora de ‘Telepatía’ lleva a otro nivel su juego compositivo para enviar un potente mensaje de emancipación a sus oyentes, en especial a mujeres y disidencias de su generación. 

Kali Uchis, la diva exiliada, vuelve a encender los rankings con un disco que se debate entre la sofisticación sonora y armonía vocal del R&B, y el perreo erotizante gestado en latitudes caribeñas.

Más allá de la potencia sáfica y el dembow explosivo de ‘Labios mordidos’, hit bailable y carnal de Karly junto a Karol G., es probable que el himno más representativo del espíritu coqueto y liberador de este disco sea ‘Igual que un Ángel’, canción pop con tintes oníricos en la que colabora junto al mexicano Peso Pluma. Su adictivo estribillo repite: Todos quieren plata, otros quieren fama/ Un amor superficial/ Pero ella quiere calma, no dañar su alma/ Nunca se olvida de lo real. Una composición que resume bastante bien esta floreciente etapa de la vida de Kali, quien (según ella misma ha comentado ante la prensa) vive una etapa de abundancia y crecimiento, y actualmente espera su primer hijo junto a su novio, el también rapero Don Toliver. 

Otro tema de este álbum que destaca por su calidad es ‘Te mata’, un bolero melodramático al mejor estilo de Alci Acosta o La Lupe en el que Kali Uchis hace alarde de su capacidad como soprano y narra la la envidia que le causa a su expareja tóxica verla al fin disfrutar de un amor recíproco con otra persona: Si eso me hace mala, pues diabla es lo que soy/ Nunca vas a poder cortar mis alas/ Y eso es lo que te mata. En los compases afrobeat de ‘Diosa’, Karly ensalza la figura de las mujeres fálicas pese a la aversión que suelen generar en algunos hombres inseguros: Tú sabes bien que soy mucha mujer y puede ser que eso te asuste. No olvidemos que en 2021 ella enfrentó a Arcángel luego de que el trapero afirmara en sus redes sociales que “las mujeres que muestran su cuerpo no merecen respeto”. 

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Portada del álbum de la ganadora del Grammy, Kali Uchis.

‘Muñekita’ es otro de los tracks más relevantes de esta producción, al tratarse de un osado reguetón con la participación de El Alfa y JT (una de las City Girls) y que interpola un fragmento del clásico ‘Papi Chulo… (te traigo el mmmm)’ de Lorna, uno de los primeros éxitos de aquel ritmo centroamericano en ser interpretados por una mujer. Finalmente, el disco cierra con la energía rumbera de ‘Dame beso // Muévete’, un inesperado merengue al mejor estilo noventoso de Rikarena y Elvis Crespo, artistas que seguramente formaron parte de la banda sonora de su infancia. 

Orquídeas se erige a su vez como la continuación de Sin Miedo (Del amor y otros demonios), su aclamado primer disco en español, cuyo título rinde homenaje a aquella novela trágico-romántica de Gabriel García Márquez, y en el que también se sumergió en las aguas nostálgicas del bolero, aunque sin dejar de lado ritmos posmodernos como el trap y el neosoul. Pero con este reciente material, la estrella millenial vuelve a deslumbrar con su autenticidad y a demostrar por qué es una de las creadoras más consistentes de la escena pop internacional: poseedora de flow brutal, pero también “dulce como arepas de choclo”. 

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Laura Camargo 

Barranquilla (1989). Abogada y periodista radicada en Buenos Aires desde 2012. Especialista en cultura pop. Colaboradora de medios como Indie Hoy y El Heraldo. Conductora del podcast literario “Las Invitadas”. En Twitter: @lausoho