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Foto: Universidad del Norte.

Las historias de vida de los estudiantes “pilos” dan cuenta de las posibilidades de movilidad social que promueve la educación. Análisis.

Laura es economista egresada de la Universidad del Norte. Nació y creció en el barrio Ciudadela Suiza en la ciudad de Sincelejo. La casa familiar construida por sus padres fue una de las primeras del barrio que recién se formaba en 2008. No había calles pavimentadas en esa época e incluso en la actualidad los caminos son de arena. Durante varios años no hubo conexión formal a la energía eléctrica, acueducto, ni servicio de alcantarillado. En 2015, el papá de Laura se dedicaba a la reparación de objetos electrónicos y su mamá, que sólo había alcanzado bachillerato, se dedicaba al hogar. En ese año recibieron la noticia de que su hija había sido beneficiaria de la Beca Ser Pilo y, al año siguiente, su hijo menor recibió también la beca para estudiar ingeniería civil en la Universidad del Norte.

“Desde pequeños le apuntamos a ganarnos una beca para estudiar en la universidad. Mis papás siempre nos hicieron ver la importancia de la educación y por eso estudiamos mucho para tener los mejores resultados. Cuando recibimos la beca, ellos estuvieron felices porque sus dos hijos estudiaban en la mejor universidad de la región. La posibilidad de una beca cambia la vida de las personas y la de sus familias. En una sociedad como la colombiana, la educación es la única forma de experimentar movilidad social”, afirma Laura.

Laura se graduó con honores en 2020 del programa de economía y actualmente trabaja como analista de desarrollo estratégico y de proyectos en el Grupo SURA en Medellín:

“Accedí a las prácticas profesionales en el Grupo SURA por haber estudiado en una de las mejores universidades del país. Aquí he podido aplicar los conocimientos adquiridos en el programa y seguir creciendo profesional y personalmente. Después de las prácticas, abrieron una posición para que yo pudiera continuar trabajando en la compañía. Ser Pilo Paga fue la herramienta que me permitió acceder a mejores oportunidades”

Así como Laura, entre 2015 y 2018, 40.000 estudiantes de bajos ingresos y excelente desempeño académico fueron beneficiarios del programa Ser Pilo Paga –SPP– para estudiar en una universidad acreditada de alta calidad en Colombia a través de créditos condonables que cubrían el 100 % de la matrícula. La Universidad del Norte fue la universidad que recibió el mayor número de estudiantes beneficiarios de este programa, en total 4.142 jóvenes ingresaron durante ese periodo, y el balance después de siete años de implementado el programa es muy positivo.

Entre los pilos de la Universidad del Norte, el 61.4 % de estos estudiantes se habían graduado de colegios públicos y sólo el 27 % había estudiado en jornada única o completa. Cerca de 4 de cada 10 estudiantes de SPP son de un departamento de la región Caribe diferente al Atlántico, y 2 de cada 10 estudiaron en un colegio en un municipio del Atlántico distinto a Barranquilla. El 63 % de estos estudiantes se graduó de un colegio clasificado en las mejores categorías de desempeño del ICFES (A+ o A), sin embargo, el 13 % obtuvo una beca incluso estudiando en colegios de la categoría más baja de desempeño (C o D). Estos estudiantes fueron admitidos con puntajes en la prueba Saber 11 muy por encima del resto de estudiantes (ver Gráfico No. 1) en carreras como ingeniería (50 %), medicina (7 %), derecho (7 %), psicología (6 %) y otras.

El caso del Colegio Metropolitano de Soledad 2000 es uno de los más destacados. Entre 2011 y 2014 la Universidad del Norte recibió cerca de 60 estudiantes egresados de este colegio, sin embargo, durante la vigencia del programa Ser Pilo Paga en los siguientes cuatro años cerca de 160 estudiantes jóvenes lograron ingresar a la universidad, más del doble.

 

Gráfico No. 1. Mediana del puntaje en las pruebas Saber 11 de estudiantes admitidos según condición de admisión, 2014-2018.

En el artículo científico “El éxito de los pilos: un estudio de caso” publicado en la Revista de Economía del Rosario examinamos el desempeño académico de los beneficiarios de SPP que llegaron a representar el 29 % de la población estudiantil de pregrado en Uninorte. Los hallazgos de este trabajo muestran que los resultados académicos de los becarios de SPP fueron muy destacados:

  • No se rezagaron respecto al resto de sus compañeros en los resultados académicos de primer semestre en cálculo, competencias comunicativas y, en general, en su promedio acumulado. Esto, a pesar de pertenecer a hogares con mayores limitaciones socioeconómicas y haber recibido grado en colegios de menor calidad a la del resto de sus compañeros.
  • La tasa de deserción de los pilos fue tres veces menor a la tasa de deserción del resto estudiantes.
  • Además, su presencia tuvo externalidades positivas sobre el desempeño académico de los estudiantes de ingresos más altos. Incrementar la proporción de compañeros del programa SPP en el aula de clase tiene un efecto significativo y positivo sobre la nota esperada de los estudiantes.
  • Hacia el final de su carrera, los estudiantes logran un puntaje en la prueba Saber Pro mayor al de los estudiantes no becados, en alrededor de 4 puntos por encima.

A la fecha el 58 % de los becarios de SPP en la Universidad del Norte ha completado sus estudios satisfactoriamente. El 10 % se graduó con honores y 45 de ellos recibieron La Medalla de Plata, un reconocimiento al mejor estudiante de cada programa. En este sentido, la historia de los pilos es una historia exitosa de movilidad social, de esas que no abundan en el país.

Hacia el final de su carrera, los estudiantes logran un puntaje en la prueba Saber Pro mayor al de los estudiantes no becados, en alrededor de 4 puntos por encima.

Una de las principales características del sistema educativo en Colombia es que el acceso a la educación de calidad está determinado por el nivel socioeconómico. Cárdenas, Fergusson y Garcia–Villegas en el libro La quinta puerta sostienen que los hijos de los ricos suelen estudiar en instituciones de buena calidad y los hijos de los pobres, si estudian, lo hace en instituciones públicas o privadas de regular o mala calidad1. Esta segregación no es una característica particular del sistema de educación superior sino más bien es un efecto acumulativo del sistema educativo desde la primera infancia hasta completar la universidad que impide que la educación ejerza su rol como motor de movilidad social. En este contexto, Ser Pilo Paga fue una de las innovaciones de política pública de educación superior de mayor impacto en Colombia en el siglo XXI, no sólo por su alcance sino por sus extraordinarios resultados que seguiremos conociendo en el futuro. Fue un programa ambicioso que por primera vez venció la segregación en el sistema de educación superior y ofreció la posibilidad de que jóvenes talentosos de bajos niveles socioeconómicos ingresaran en las mejores universidades de su escogencia. Para este grupo de estudiantes se democratizó la educación superior rápidamente e incluso tuvo otros efectos positivos en la población no beneficiaria en materia de resultados académicos, como lo mencionamos antes, e incluso se incrementó el acceso, como lo han estudiado Juliana Londoño, Fabio Sánchez y Catherine Rodríguez de la Universidad de los Andes. El programa tendría muchas posibilidades para ser mejor y más sostenible. Por ejemplo, estos créditos podrían ser parcialmente condonables, cofinanciados con la Universidad (como en el caso de generación E), y el pago cuando terminen de estudiar debe ser contingente con el ingreso, es decir, se suspende el cobro si el profesional está desempleado. Mejorar un programa con resultados tan extraordinarios como SPP debe ser, sin lugar a dudas, parte de la política educativa en los próximos años.
Referencias

1Cárdenas, J., Fergusson, L., & García, M. (2021). La quinta puerta: De cómo la educación en Colombia agudiza las desigualdades en lugar de remediarlas.

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Adolfo Meisel Roca

Doctor en Economía de la Universidad de Illinois. Se desempeña desde 2019 como Rector de la Universidad del Norte en Barranquilla.

Ángela Granger Serrano

Economista y magíster en economía por la Universidad del Norte, asistente de investigación de la misma universidad.

 

 

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