¿Qué hay para ver?

Una superheroína feminista

Regresa el mito griego de las amazonas, esta vez en la versión repotenciada por Hollywood de Mujer Maravilla 1984 (Wonder Woman 1984), secuela fílmica de la popular serie de televisión de finales de los años 70’s protagonizada por Lynda Carter, y que esta vez con el rol estelar de la deslumbrante actriz israelí Gal Gadot en el papel de Diana Prince, nos embarca en una fábula con grandes secuencias de acción y moraleja feminista.

El argumento del filme, como otros de superhéroes, es sencillo: la superheroína deberá salvar al planeta de la descomunal amenaza patriarcal del fracasado empresario Maxwell Lord (interpretado por Pedro Pascal) que se vale de toda clase de artimañas para conseguir una piedra mágica que convierte los sueños y deseos en realidad, poniendo en riesgo el “equilibrio” y la paz mundial.

Ingeniosa en su desarrollo —el filme plantea la cuestión de la ambición sin límites y la acumulación de poder encarnado en un antagonista masculino en el trasfondo de los felices y capitalistas años 80’s en los Estados Unidos—, Mujer Maravilla 1984 es una buena producción de entretenimiento con una pizca de reflexión.

Un encuentro surreal

Una noche en Miami (One Night in Miami…) es una película para los amantes de los filmes biográficos, pero que en este caso lleva la imaginación hacia un nuevo umbral. Regina King, su directora, hace posible el encuentro surreal, irreal, pero sí muy creíble del activista Malcolm X, el campeón de los pesos pesados Cassius Clay (Muhammad Alí), el cantante Sam Cook y la estrella de fútbol americano Jim Brown, cuatro grandes íconos de raza negra y de la cultura afroamericana de los años sesenta en los Estados Unidos. Un filme que ha despertado la curiosidad del público y posee tres nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo mejor director.

Todos detrás del dinero

Lavaperros es una comedia negra colombiana protagonizada por Christian Tappán y John Álex Toro. Cuenta la historia de un narco en decadencia, drogadicto y con problemas para concebir hijos que deberá saldar una deuda con el poco dinero que le ha quedado de su vida delictiva. Su director, Carlos Moreno, sigue la línea dramática de películas como Perro come Perro y la serie televisiva El patrón del mal. Humor y buenas actuaciones para un filme que, aunque independiente, alude a temas ya frecuentes en las producciones nacionales.