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Foto: Roxanne Desgagnés. Unsplash.

Un hogar tiene mayor probabilidad de ser pobre si está encabezado por una mujer que por un hombre. Esto es especialmente evidente en departamentos como La Guajira, Cesar, Antioquia, Valle del Cauca y Caquetá.

Unas semanas atrás el DANE reveló los datos sobre pobreza monetaria y monetaria extrema para 2021. Estos indicadores son estimados a partir de una línea de pobreza que se define teniendo en cuenta los ingresos que requieren las personas para adquirir una canasta básica de bienes y servicios. Mientras que la pobreza extrema se limita a los ingresos requeridos para adquirir los alimentos necesarios que provean las calorías exigidas por el organismo, la pobreza monetaria amplía la canasta a otros bienes y servicios de primera necesidad como vivienda y transporte, entre otros. Aunque la incidencia de pobreza en 2021 mejoró frente a la observada en 2020, aun no se alcanzó el nivel observado antes de la pandemia.

La pobreza monetaria para 2021 mostró una reducción en comparación con 2020, al pasar del 42.5 % al 39.3 %, es decir que, 1.400.234 personas superaron la condición de pobreza en el año anterior. Mientras hay una recuperación en las áreas urbanas (bajó del 42.4 % al 37.8 %), se observó un incremento en las zonas rurales (aumentó del 42.9 % al 44.6 %). A pesar de los mejores indicadores para el total nacional y las ciudades, la pobreza monetaria sigue presentando niveles que no se veían desde 2012, lo que marca un retroceso de unos diez años. En el conteo absoluto de personas, las ciudades que más aportaron a la reducción de la incidencia de la pobreza monetaria entre 2020 y 2021 fueron Bogotá (327 mil), Cali (172 mil), Bucaramanga (114 mil), Barranquilla (99 mil) y Cartagena (71 mil).

Después de evidenciar un aumento acelerado de la pobreza monetaria extrema para 2020, cuando el 15.1 % de la población que residía en el país se encontraba en inseguridad alimentaria, esta incidencia se redujo en 2021 al situarse en 12.2 %. Ello significó que el número de personas en condiciones de pobreza extrema en el total nacional pasó de 7.4 millones a 6.1 millones. Ahora bien, el país debe sacar a cerca 1.4 millones habitantes adicionales de esta condición si quiere volver a por lo menos a la pobreza del 2019. Las ciudades que más aportaron a la reducción de la pobreza extrema en términos absolutos el año pasado fueron Bogotá (309 mil), Medellín (149 mil), Cali (133 mil), Barranquilla (107 mil) y Bucaramanga (98 mil).

El comportamiento de la pobreza no es igual para hombres y mujeres. Por ejemplo, por cada 100 hombres que se encontraban en situación de pobreza en 2021, se hallaron 117 mujeres en la misma situación. Sin embargo, se presentó una recuperación con respecto a 2020, debido a que para este año la pandemia provocó un aumento en la incidencia, situando a 121,4 mujeres pobres por cada 100 hombres que estaban en situación de pobreza.

Un hogar tiene mayor probabilidad de ser pobre si está encabezado por una mujer que por un hombre. Esto es especialmente evidente en La Guajira, Cesar, Antioquia, Valle del Cauca y Caquetá. Lo anterior ocurrió a pesar de que las ayudas que otorgó el gobierno durante 2021 contribuyeron a reducir las diferencias en la incidencia de la pobreza entre hombres y mujeres. En las zonas rurales fue en donde se registró un mayor efecto de las ayudas en la reducción de las diferencias en género.

El comportamiento de la pobreza no es igual para hombres y mujeres. Por ejemplo, por cada 100 hombres que se encontraban en situación de pobreza en 2021, se hallaron 117 mujeres en la misma situación.

Sin embargo, el efecto de las ayudas no fue igual en las distintas ciudades. En 2020, las ayudas tuvieron un efecto directo en la reducción de las brechas de género en la pobreza monetaria en Florencia, Pasto, Ibagué, Medellín y Popayán. En 2021, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Florencia y Quibdó fueron las ciudades que presentaron un impacto positivo de las ayudas monetarias. Por su parte, en términos de pobreza extrema, las ayudas en 2020 representaron un mayor efecto en el cierre de brechas entre hombres y mujeres en Quibdó, Tunja, Florencia, Neiva y Santa Marta. Mientras que, para 2021 se observó que las ayudas tuvieron una dinámica importante en esta reducción en Riohacha, Quibdó, Pasto, Sincelejo y Florencia.

En síntesis, Colombia mostró una reducción en la pobreza en 2021 frente a aquella observada en 2020, aunque todavía sigue sin ser la misma registrada en los años previos a la pandemia, lo que implica un retroceso de casi una década. Un hecho que se destaca son las diferencias regionales y de género. Los mayores efectos en el aumento de la pobreza se registraron en las zonas urbanas y en los hogares en los que la jefatura la ejercía una mujer.

Jaime Bonet

Economista de la Universidad de los Andes con una maestría en Economía y un doctorado en Planeación Regional de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Desde 2013 se desempeña como gerente de la sucursal de Cartagena del Banco de la República, en donde ejerce como director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER).