Pedro Badrán: “Toda escritura es un acto de valentía”

Pedro Badrán nació en Magangué (Bolívar). Desde 1985 ha publicado más de una decena de libros de cuentos y novelas. El día de la mudanza ganó el Premio Nacional de Novela Breve en el año 2000, por Un cadáver en la mesa es mala educación (2003) obtuvo una beca de creación de la Alcaldía de París. En general su obra es elogiada por la crítica. También ha sido periodista, y trabaja como docente y tallerista.

Crímenes de provincia es su más reciente novela, en ella un médico hace un repaso de su vida a través de la escritura, e intenta indagar sobre el asesinato de su mejor amigo; lo que se encuentra no es muy alentador. El libro muestra la alianza tenebrosa entre Estado y grupos armados en Colombia, y la impotencia que siente el ciudadano promedio respecto a las injusticias, las desigualdades, el ejercicio vil del poder sobre todo en la “periferia” del país.

Juan Sebastián Lozano ¿Para usted es más importante la trama o el estilo? ¿Qué relación tienen estos dos aspectos en su proceso de creación literaria?

Pedro Badrán: Para mí son importantes ambos. Pero una buena trama puede naufragar si no hay un tratamiento adecuado. En Crímenes de Provincia primero estaba la historia, luego fue apareciendo el tono de la novela y el narrador. Pero el mismo tono de la historia comenzó a enriquecer la trama.

J.S.L.: El libro toca un tema profundo y es el silencio al que nos obligamos, el hacernos los de la vista gorda, para sobrevivir ante los poderes criminales de la violencia estatal. ¿Alguna reflexión adicional sobre esto?

P.B.: La novela indaga sobre los mecanismos de esa actitud sin cuestionamientos de orden moral, simplemente busca entenderlos y explicarlos. Sobre todo, en regiones periféricas el poder puede obligar a callar, incluso solo a partir de violencias sicológicas. Esas sutilezas constituyen el meollo de este libro.

El protagonista tiene problemas para actuar contra los poderes corruptos y decide escribir. ¿La elección por la literatura es entre otras cosas una cobardía o algo así como una cobardía valiente?

El narrador, que es apenas uno de los protagonistas, decide escribir no tanto para denunciar sino para comprender los motivos que llevaron al homicidio de su amigo y colega, y en ese sentido toda escritura es un acto de valentía, porque es imposible que él pueda impartir justicia. De hecho, como él mismo lo afirma, ni siquiera el coraje puede salvar a los hombres. Pero el ejercicio de la memoria es importante y definitivo, y eso es lo que hace el narrador con este libro.

Mientras leía la novela pensé mucho en el cuadro “Saturno devorando a su hijo”, de Goya. ¿Qué hacer para que los poderosos y el machismo no nos devoren, para no seguir en el eterno retorno de la violencia?

El mito de Saturno devorando a sus hijos late en el subtexto de esta novela. Yo creería que ese es el tema del libro. Hay que tener en cuenta que los poderes establecidos diseñan redes culturales e ideológicas con las que buscan hacer naturales sus diversas formas de dominio. Eso es más evidente en zonas donde el Estado no existe. La literatura puede contribuir a mostrar esos aspectos, pero es en la vida cotidiana y social, en la educación y en la política, donde deben cuestionarse esas formas sutiles, y no tan sutiles, de dominio.

Háblenos de sus influencias literarias más importantes.

Mis influencias no son solo literarias sino cinematográficas, pictóricas y musicales. Para mí la influencia más importante es la poesía del siglo de oro español y después vienen innumerables novelistas, cuentistas y dramaturgos. Creo que Rulfo y Rojas Herazo ocupan un lugar dentro de mis referencias, pero las influencias pueden variar con el tiempo. Lo que sí puedo decir es que tengo mi parcela de cómplices literarios, muchos de los cuales por fortuna están pasados de moda.

¿Qué papel debe o puede cumplir la literatura en este tiempo de adicción a las pantallas, y de narrativas más atrayentes como las de Netflix, etc.?

La literatura siempre será, en diversas formas o modos. Para mí el papel de la literatura es revelar esas verdades incómodas que una sociedad se niega a aceptar. En Crímenes de provincia he realizado este ejercicio y los lectores tendrán que reflexionar sobre esos hechos. Netflix es un fenómeno interesante pero la literatura siempre tendrá su espacio, incluso en las pantallas.