Las imágenes de la denominada “narco fiesta” en Sabanilla le han dado la vuelta al país y dejan en evidencia la presencia de grupos mafiosos en la capital del Atlántico.
Los recientes hechos de violencia ocurridos en Puerto Colombia y un incremento significativo de los homicidios en Barranquilla y otros municipios del Atlántico, evidencian la presencia de estructuras criminales y clanes mafiosos. ¿Ocurrirán más actos de violencia de este tipo en la ciudad y el departamento?
En hechos, todavía objeto de investigación, una fiesta multitudinaria y controversial fue el escenario en el que se desarrolló una dantesca escena de violencia cinematográfica. Ocurrió cerca a las playas de Sabanilla, en jurisdicción del municipio de Puerto Colombia. Sin embargo, sus efectos han retumbado no solo allí, también se han hecho sentir en el Área Metropolitana de Barranquilla, la amplia costa Caribe y en todo el país.
Las declaraciones del Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Coronel Jorge Antonio Urquijo Sandoval, sugirieron lo que era un secreto a voces y que se esparcía como pólvora. El alto oficial señaló en una entrevista radial la presencia en esa fiesta de personas con un historial de deudas con la justicia por narcotráfico y la posible injerencia de actores criminales vinculados al narcotráfico en la región en la actualidad.
Esta circunstancia es importante. Para nadie es un secreto que la ciudad y su entorno metropolitano se han visto afectados por disputas entre diversos actores y clanes delincuenciales por el control de rentas y mercados ilegales. Para mayor ilustración al respecto, es conveniente resaltar que durante el primer semestre de este año, el Área Metropolitana de Barranquilla evidenció un significativo incremento –10.5 %– en los registros de homicidios con respecto al año inmediatamente anterior.
Adicionalmente, de acuerdo con la información analizada desde el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte, durante el primer semestre los registros de homicidios también se incrementaron en cada uno de los entes territoriales que la conforman, así: Puerto Colombia, 60%; Galapa, 100 %; Malambo, 12.5 %; Soledad 3 %.
Para nadie es un secreto que la ciudad y su entorno metropolitano se han visto afectados por disputas entre diversos actores y clanes delincuenciales por el control de rentas y mercados ilegales.
Durante lo corrido de este segundo semestre del año, salvo por los resultados del mes de julio, los meses de agosto, septiembre y preliminarmente octubre han tenido un comportamiento individual decreciente en sus registros de homicidios con respecto del año pasado. Si bien esta desaceleración merece ser analizada a profundidad en otra columna, es importante resaltar que el trágico resultado evidenciado de la balacera en Puerto Colombia, prende las alarmas Distritales de lo que podría ser un elemento catalizador de violencia, a partir de las posibles vendetas, ajustes de cuentas y retaliaciones que se deriven de este episodio.
La transformación de Barranquilla en el principal centro estratégico del Caribe colombiano, la instalación y recepción en su territorio de estructuras criminales y clanes mafiosos cada vez más visibles en su entorno urbano y social, así como su conveniente proximidad con los demás municipios del Área Metropolitana, hacen de la ciudad un sitio propenso para la materialización de hechos criminales que no necesariamente tienen aquí su origen o raíz causal.
En esta oportunidad, el mortal enfrentamiento se desarrolló un área aislada del municipio de Puerto Colombia, al parecer condicionado por un hecho de intolerancia y líos de faldas. Sin embargo, vale preguntarse si este tipo de broncas y episodios de trifulcas con armas de grueso calibre podrían replicarse en discotecas, restaurantes, o centros comerciales del Distrito de Barranquilla, en momentos donde se atraviesa por el último trimestre del año.
La seguridad ciudadana está asociada a la atención y mitigación de múltiples manifestaciones de violencia y criminalidad, a través de la participación de varios actores, entre ellos la sociedad civil. Hoy más que nunca, la ciudadanía en general hace un llamado a las autoridades competentes en aras de judicializar a los responsables detrás de estos hechos y garantizar el orden y bienestar general.
Querido lector: nuestros contenidos son gratuitos, libres de publicidad y cookies. ¿Te gusta lo que lees? Apoya a Contexto y compártelos en redes sociales.
Janiel Melamed Visbal
Doctor en Seguridad Internacional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia-UNED (España). Magíster en Gobierno, Seguridad Nacional y Contraterrorismo del Interdisciplinary Center-IDC (Israel). Abogado, especialista en Derecho Penal de la Universidad del Norte (Colombia). Está vinculado a la Universidad del Norte como docente investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales @janielmelamed