Ocho cantos para ambientar el Festival de la Leyenda Vallenata

Desde 1968 tiene lugar en Valledupar el Festival de la Leyenda Vallenata, evento de la música popular del Caribe colombiano que por más de cinco décadas ha coronado a diestros ejecutores del acordeón en los cuatro aires que identifican al denominado género de ‘Francisco el Hombre’: paseo, son, merengue y puya.

Alejandro Durán, ‘Colacho’ Mendoza, Calixto Ochoa, Luis Enrique Martínez, Alfredo Gutiérrez, ‘Cocha’ Molina y Álvaro López, entre otros, son algunos de los más sobresalientes acordeonistas que han salido triunfantes en ese este certamen.

Como un abrebocas del Festival número 55, que en esta ocasión rinde homenaje al fallecido juglar Jorge Oñate, Contexto seleccionó ocho canciones de gran tradición en la música vallenata que han cautivado el gusto de varias generaciones.

1. ‘La gota fría’, un paseo de 84 años

Este paseo, compuesto en 1938 por Emiliano Zuleta Baquero, corresponde a una piqueria que narra la rivalidad musical entre su autor y Lorenzo Miguel Morales, dos emblemáticos exponentes del folclor vallenato. Muchísimas son las versiones que se han realizado, pero la más más le gustó a su autor es la de Ismael Rudas con Daniel Celedón. En 1993, 55 años de haber sido compuesta, Carlos Vives incluyó ‘La gota fría’ en su disco Clásicos de la provincia. Se convirtió en un éxito internacional pese a que Vives alteró un detalle clave de la letra: dijo “indio chumeca” en  vez de “negro chumeca”, como está en la composición original.

2. La magia de ‘La casa en el aire’

Notable inspiración reconocida como precursora del Realismo Mágico. Rafael Escalona se la compuso en 1952 a Ada Luz, su hija recién nacida. Los Vallenatos del Magdalena, con Aníbal Velásquez en el acordeón, presentaron la primera grabación en 1953. Desde entonces ha tenido decenas de versiones, entre ellas la del cubanísimo Trío La Rosa, la de la también cubana Orquesta Aragón; el trío Bovea y sus vallenatos con su cantante estrella Alberto Fernández, y la muy popular versión de Carlos Vives, quien la grabó cuatro décadas después de su creación, y logró que las nuevas generaciones diseminadas en diferentes lugares del planeta conocieran.

3. En adelanto va ‘La diosa coronada’

Obra cumbre del compositor Leandro Díaz. Se la compuso a mediados de los años 60 a un amor no correspondido y fue tanto el impacto que generó entre los melómanos que hasta el Nóbel de Literatura, Gabriel García Márquez, la incluyó de epígrafe en su aclamada novela El amor en los tiempos del cólera.

4. ‘La fiesta de los pájaros’, puya ganadora

Sergio Moya Molina compuso en 1976 la que sería la puya más emblemática del vallenato. Con ella participó en el concurso de la Canción Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata de ese año, ocupando el segundo lugar. Alfredo Gutiérrez la interpretó y con ella se coronó dos veces rey vallenato: en 1978 y en 1986.

5. La inolvidable ‘Ausencia sentimental’

Inspirado en la nostalgia provocada por la lejanía de su Valledupar del alma, Rafael Manjarrez escribió ‘Ausencia sentimental’ en 1986. La puso a consideración de los jurados y ganó en el Concurso de la Canción Inédita del Festival Vallenato en ese año. Ese canto sería declarado años más tarde como el himno oficial del Festival.

6. ‘Alicia adorada’, canto al dolor

Adolorido por la repentina muerte de su esposa Alicia Castillo Mendoza, acontecida en la población de Flores de María (Magdalena), en 1944, el juglar Juancho Polo Valencia compuso esta elegía emblemática. Alejandro Durán la grabó y con ella fue elegido primer rey del Festival de la Leyenda Vallenata, en 1968. ¡Un exitazo!

7. ‘No voy a Patillal’, un paseo conmovedor

Su título original es ‘No vuelvo a Patillal’ y su compositor, Armando Zabaleta, la creó en 1973, tres meses después de la muerte de su colega Freddy Molina. Con ese paseo ganó en ese año el  concurso de la Canción Inédita del Festival Vallenato. Grabada por Jorge Oñate con Los Hermanos López, este tema conmueve corazones. 

8. Con ‘Tres canciones’, Diomedes bateó de hit

A su mujer, Patricia Acosta, con la que procreó cuatro hijos: Rafael Santos, Diomedes de Jesús, Martín Elías y Luis Ángel, Diomedes Díaz le compuso esta canción. La grabó en 1977 con el acordeón de Elberto ‘Debe’ López. Fue el despegue definitivo del ‘Cacique de La Junta’ rumbo a la fama. La canción vendió miles de copias.