Margarita Garcia

Foto: Deens College.

Sobre la “pureza ideológica”. Un relato incluido en El desdén de los dioses, el más reciente libro del académico y economista Alejandro Gaviria.

Comunicado público. París, septiembre de 2023.

Compañero presidente de Colombia,

Decidimos escribir este comunicado después de semanas de discusión y debate. Lo hacemos con respeto y admiración. Lo hemos seguido por muchos años. Celebramos su elección como una victoria no solo para Colombia, sino para la humanidad. Su liderazgo global, así lo hemos creído desde siempre, muchos años antes de que propagandistas y detractores convirtieran el asunto en un debate político insulso, es imprescindible.

Somos un grupo de estudiantes colombianos en el exterior, mayoritariamente de ciencias sociales. Tenemos, como Ud., grandes preocupaciones sobre la devastación capitalista y el futuro de la humanidad. Consideramos que las desigualdades en la riqueza y el poder (acompañadas del discurso neoliberal que las justifica y normaliza) están en la raíz de la crisis global. Valoramos su coraje en denunciar sin ambages estos problemas. Por todo ello, quedamos preocupados después de escuchar recientemente, durante su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, una frase que parece hacerles el juego a los dueños del mundo, a los grandes poderes oligárquicos de Silicon Valley que han creado de manera insidiosa un discurso eficaz para justificar su creciente influencia, sus deseos imperialistas y su megalomanía sin antecedentes. 

Dijo usted: “Vivir para cumplir una sola misión: expandir el virus de la vida por las estrellas del universo”. Subrayamos la palabra “sola”, pues concentra la esencia de nuestras preocupaciones, resume el motivo de este comunicado público. Insistimos en que esa frase es preocupante y decepcionante. Parece tomada de un discurso de Elon Musk o de algún otro billonario de Silicon Valley. 

Uno podría darle una interpretación benigna a la frase en los términos, por ejemplo, de algunos astrofísicos y científicos clarividentes, quienes argumentaron hace más de sesenta años que nuestra autodestrucción como especie iba impedir que la civilización humana lograra la hazaña de colonizar otras galaxias. En esta interpretación, su frase no sería más que una licencia poética, una hipérbole para marcar un contraste entre nuestros designios estelares y los peligros de la crisis climática que amenazan con echarlos al traste, en convertirlos en meros delirios humanistas. 

Portada del libro de Alejandro Gaviria, publicado bajo el sello Debate.

Dijo usted: “Vivir para cumplir una sola misión: expandir el virus de la vida por las estrellas del universo”. Insistimos en que esa frase es preocupante y decepcionante. Parece tomada de un discurso de Elon Musk o de algún otro billonario de Silicon Valley. 

Pero las cosas son más complicadas. Su frase le hace eco al largoplacismo de Musk y otros utopistas de Silicon Valley, quienes argumentan que la “sola misión” o el propósito esencial de la humanidad reside en la expansión de la vida y conciencia humana más allá de los confines del sistema solar. Ese objetivo (esa “sola misión” como Ud. la llama) pone todo el énfasis en el largo plazo, en el supuesto esplendor de unas generaciones futuras, y justifica por lo tanto las aberraciones del capitalismo actual, les entrega una narrativa eficaz a las grandes élites globales, los convierte en héroes y visionarios.

En concreto, esa “sola misión” justifica la desigualdad: al fin de cuentas la colonización espacial necesita la acumulación de grandes fortunas: Musk y Bezos son los casos típicos, paradigmáticos. Personifican esos sueños transhumanistas, la idea de construir civilizaciones más inteligentes que logren extraer energía libre del universo. ¿Por qué decidió hacerle eco, en el gran foro de las naciones del mundo, a esa forma de delirio antropocéntrica, a esa locura nietzscheana según la cual “la tierra se ha vuelto pequeña y sobre ella da saltos el último hombre, que todo lo empequeñece”?

Si aceptamos la idea de una “sola misión”, la lucha contra la crisis climática perderá su sustento ético y solo podrá justificarse como medio para preservar nuestro delirio antropocéntrico: salvarnos para conquistar las estrellas. ¿Dónde queda el sufrimiento de la generación actual? ¿Dónde queda la lucha por la justicia social y ambiental que Ud. pregona? ¿Debemos simplemente luchar para que los megalómanos planes de Elon Musk fructifiquen y el virus de la vida llegue a las estrellas del universo?

Esperamos también que en su visita reciente a la Universidad de Stanford no lo hayan contagiado con el hibris tecnológico y las alucinaciones que pululan allí en medio de la riqueza y la autocelebración elitista. Por ahora, hemos decidido no apoyarlo más públicamente. No podemos hacerlo. Seguimos creyendo en que Ud. puede ser un gran líder global cuya misión, la justicia ambiental y social, es inaplazable. Sin embargo, no podemos aceptar que le haga eco a la torpe retórica de Elon Musk y su neoliberalismo cósmico.

Atentamente, 

León Torres 

Rosa  Martínez 

Fidel Ernesto Gómez

Milton Freddy Peláez

(siguen más firmas). 

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Alejandro Gaviria

Ingeniero, economista y escritor colombiano. Ha sido ministro de Salud y Educación de Colombia. Tiene un Ph. D. en Economía de la Universidad de California (San Diego). A lo largo de su carrera ha publicado decenas de artículos especializados sobre economía y política social. Es autor de más de diez libros, entre ellos La explosión controlada, Hoy es siempre todavía y No espero hacer ese viaje.

 

 

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