Margarita Garcia

Grabada en locaciones de Santa Marta como la cárcel Rodrigo de Bastidas y el colegio La indistrial, “Las visitantes” narra la historia de un grupo de mujeres afro que se enfrentan a la marginación y al hecho de tener a sus esposos en la cárcel. Foto: Instagram “Las visitantes”.

La serie, creada por Yurieth Romero, muestra un Caribe oscuro y una Santa Marta hostil con sus habitantes. La producción, que reivindica a mujeres afro que han sido discriminadas, ganó una convocatoria del MinTIC y se puede ver en los canales regionales. 

Las visitantes es un proyecto transmedia creado por la escritora y productora audiovisual samaria Yurieth Romero, incluye un libro de cuentos –publicado por Alfaguara–, una serie y una película. En estas narraciones unas mujeres afrocolombianas, de clase obrera, visitan a sus familiares en las cárceles y hacen todo lo posible para lograr su liberación y su bienestar en medio de la crisis. La cárcel no es solo la que encierra a sus hombres, ellas también están presas por las obligaciones, por el contexto social en el que viven, por el machismo en la Costa Caribe. 

La serie tiene seis capítulos de media hora que narran la vida difícil de cuatro mujeres en Santa Marta:

Katerine llegó de un pueblo y quiere ayudar a su esposo Maicol a salir de la cárcel, para esto contrata a un abogado corrupto al que le paga con favores sexuales. 

Chiara, una mujer transexual, visita a su amante en la cárcel, quien resulta ser Maicol, esposo de Katerine. 

Paulina va a visitar a su nieto Diego a la cárcel, quien paga allí una condena injusta. Quiere que él obtenga un permiso para despedirse de su novia que está en coma en un Hospital  y va a ser desconectada. La recia  mujer vive en una casa grande; un hombre sospechoso de pertenecer a grupos ilegales insiste en comprársela. 

Luz es dueña de una pensión en un barrio popular, vive con un hombre vago y agresivo. Recibe la llamada de su exesposo que le pide perdón por agredirla de manera brutal en el pasado y le ruega que lo visite en la cárcel. 

Imagen promocional de la serie, un proyecto crossmedia que abarca un libro y una película.

La serie muestra un Caribe oscuro, una ciudad opresiva; una Santa Marta que no es de postal, no el destino turístico paradisiaco que le venden a los turistas. Aquí el lugar es hostil. La desigualdad económica y social, las injusticias de todo tipo están latentes. Las primeras tomas son de la cárcel, posteriormente hay un plano abierto de la ciudad; en toda la serie se insiste en los espacios oscuros, en la idea de la cárcel que viven las protagonistas. En varias escenas ellas miran a través de rejas, una  representación de la inseguridad y el miedo. 

La historia hace énfasis en el machismo que configura la realidad social de la ciudad. Las mujeres hacen sus labores, se esfuerzan, pero no son reconocidas por los hombres; con trabajo paciente hacen que la vida funcione y parecen resignadas a no lograr la recompensa justa. En la serie son leonas; los hombres o mastican su melancolía en la cárcel, o están tirados en camas y buscan el placer fácil. 

Una serie que denuncia la explotación femenina

La filósofa y activista Angela Davis hablaba de la triple explotación que sufren gran parte de las mujeres en nuestras sociedades: por sexo, raza y clase. En el contexto colombiano, muchas mujeres padecen no solo el machismo, también la discriminación racial y el desprecio por estar en condición de pobreza.

Es la situación de Katerine, que quiere recurrir a la ayuda “divina” para liberar a su marido, ya que no ve otra opción. El papa Francisco va a visitar el país y se ha dicho que intercederá para la liberación de presos no condenados. Ella decide entonces escribirle una carta y espera que el asunto funcione. A falta de condiciones materiales satisfactorias, algunas mujeres oprimidas se aferran a los milagros.

Dirigida por Edgar Deluque y escrita por Yurieth Romero, la producción resalta temas de identidad y diversidad en un contexto de marginación racial y de género.

La historia hace énfasis en el machismo que configura la realidad social de la ciudad. Las mujeres hacen sus labores, se esfuerzan, pero no son reconocidas por los hombres.

Pero la serie no intenta vendernos un discurso de reivindicación facilista, maneja bien los matices. Los personajes no son planos; las protagonistas no son totalmente buenas, ángeles, tienen sus claroscuros. Los hombres, que también son víctimas del machismo, lucen un poco histéricos y desesperados, débiles, no son simplemente ogros. Katerine, por ejemplo, es noble, pero en una escena se muestra transfóbica, intolerante. 

Chiara, la mujer trans, sufre una cuádruple discriminación, también es víctima de la homofobia/transfobia, por supuesto.

La serie juega con el melodrama, con los triángulos amorosos, y lo hace de manera inteligente, desde una ideología acertada y noble: la reivindicación de seres humanos que sufren la desigualdad social y económica, pero repito, lo hace con complejidad, con personajes humanos para bien o para mal. Si los melodramas que se realizan en Colombia tuvieran un fondo socio-político más acertado seguramente estaríamos mejor. Esta serie demuestra que algunos creadores van por buen camino y trabajan por el país, en serio, desde la cultura. 

Las visitantes fue dirigida por Edgar Deluque y producida por Caracola Films S.A.S, una empresa de creación y producción audiovisual con sede en Santa Marta, con enfoque étnico y territorial. El proyecto de la serie ganó la convocatoria “Abre Cámara 2023”, en la categoría Producción de nuevas series de ficción del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Se pudo realizar gracias a esto. La producción se ha emitido y se emitirá en los canales regionales y en Señal Colombia. 

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Juan Sebastián Lozano

Escritor y periodista cultural. Ha colaborado en El Espectador, El Malpensante, Bacánika, Cáñamo y otros medios. Su libro de cuentos, La vida sin dioses, fue publicado en 2021 por Calixta Editores.