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A paso de tortuga avanza esta obra clave para el Atlántico y Bolívar. 2021 podría marcar la culminación de la doble calzada entre Barranquilla y Cartagena.

En 2008 se anunciaron las obras con las que se ampliaría a dos calzadas el corredor vial de 109 kilómetros que conecta a ambas ciudades. Hoy, doce años después, al menos 62 kilómetros siguen con una sola vía de doble sentido.

Con el propósito de disminuir los tiempos de conexión entre las dos ciudades más importantes del Caribe colombiano, en 2008 el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez anunció en un evento multitudinario la construcción de la doble calzada de la vía Barranquilla – Cartagena.
Con la obra, además, se pretendía impulsar el turismo entre estas dos urbes, reducir la accidentalidad y disminuir los costos de la cadena logística entre ambos puertos.

Doce años después del anuncio de las obras en este tramo vial, que consta de 109 kilómetros, se han construido aproximadamente 47 kilómetros de doble calzada, incluyendo un tramo de 10 kilómetros que todavía no está en funcionamiento.

Es decir, al menos 62 kilómetros de la carretera todavía se encuentran transitables por una sola vía en doble sentido.

Con el pasar de los años, la obra no solo ha tenido incontables retrasos en los tramos entregados, sino también capítulos polémicos como la construcción del túnel ubicado en el barrio Crespo, de Cartagena.
El deprimido de 600 metros estuvo envuelto en extensas demoras, líos jurídicos y problemas técnicos durante la ejecución. El túnel fue entregado en 2016, luego de seis años de obras.

Actualmente, la denominada Vía al Mar cuenta solamente con doble calzada desde la salida de la ciudad ‘Heroica’, hasta el kilómetro 16, a pocos metros del peaje Marahuaco.

Entretanto, por los lados del departamento del Atlántico, saliendo de Barranquilla, y hasta la altura del municipio de Tubará, está el restante tramo de doble calzada que actualmente se encuentra en funcionamiento.

8 kilómetros en 5 años

Con la convicción de seguir mejorando la conectividad y continuar con otro tramo de ampliación de la arteria vial entre Barranquilla y Cartagena, el Gobierno Nacional, a través del Instituto Nacional de Vías, Invías, anunció la construcción de 12.1 kilómetros más de doble calzada.

La adjudicación de las obras, por parte del Instituto Nacional de Vías (Invías), se realizó con bombos y platillos en noviembre de 2015 y el posterior inicio de obras tuvo lugar en 2016. Con una inversión aproximada a los $100 mil millones, la conexión vial estaba pactada para finalizar en 48 meses.

Hoy, cuatro años después, aunque se han construido alrededor de 8 kilómetros, ninguno está en funcionamiento y la fecha de entrega de los 4 kilómetros que hacen falta por construir es incierta.

Una vez finalizado el plazo inicial pactado, el lento avance de las obras empezó a generar voces de alarma entre autoridades de ambos departamentos. Invías, a cargo del contrato, reconoció que, desde el arranque de la adquisición de predios ubicados en el trazado de la doble calzada, algunos de ellos superaban hasta en un 600% el presupuesto estimado para tal rubro.

En 2018, desde el Gobierno Nacional se tomó la decisión de rediseñar algunos tramos y recortar el trazado de 12 a 8 kilómetros, lo que generó voces de rechazo por parte de autoridades y gremios tanto en el departamento del Atlántico, como en el de Bolívar.

El Invías, en su defensa, expuso que para la construcción de la vía se afectaron un total de 108 predios, de los cuales 66 están escriturados a nombre de instituto y otros 29 en proceso de escrituración. Por otro lado, también detalló que otros 13 predios que impedían el avance de las obras, incluyendo una gasolinera ubicada en Tubará, Atlántico, estaban en proceso de expropiación.

Finalizado 2019, a la obra se le anunció un avance de 89 %. A pesar de de haberse construido 8 kilómetros no continuos, ninguno estaba en funcionamiento. La razón, según el Estado a través de Invías, era que la obra se encontraba desfinanciada debido al presupuesto destinado a la adquisición de predios.

Para esa fecha, los gremios del Atlántico, a través del Comité Intergremial, aseguraban que el retraso estaba generando perjuicios para el desarrollo del comercio exterior y el turismo entre Barranquilla y Cartagena.

A través de un comunicado, la agremiación cuestionó los “exagerados” sobrecostos en la compra de predios y pidió una investigación y explicación al Invías. Asimismo, solicitó que se contemplara un plan para abrir los tramos que ya estaban finalizados, lo que al finalizar el 2019 no ocurrió.

Finalizado el 2019, la obra presentaba un avance de 89 % y aunque ya se habían construido 8 kilómetros no continuos, ninguno estaba en funcionamiento. La razón, según el Estado a través de Invías, es que la obra se encontraba desfinanciada debido al presupuesto destinado a la adquisición de predios.

2020, sin presupuesto

Aunque la posición del Gobierno era de “total compromiso” para culminar los 12.1 kilómetros de doble calzada entre Barranquilla y Cartagena, cayó como un baldado de agua entre autoridades, gremios y ciudadanía en general que los recursos faltantes, por el orden de los $50 mil millones, no fueron incluidos dentro del proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2020.

La reacción de la Bancada Caribe en el Congreso de la República no se hizo esperar y criticaron la falta de planeación que había tenido el Estado para el desarrollo de la doble calzada, teniendo en cuenta que era una obra que hacía parte de la Cuarta Generación de Concesiones, lo que acarreaba una serie de complejidades debido al impacto que tendría para el desarrollo de la región Caribe.

En febrero de este año Invías aseguró que la obra tenía un avance del 92 %, por lo que los primeros tramos ya construidos entrarían en funcionamiento en junio, luego de que se realizara la concertación y entrega a la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI.

Sin embargo, la puesta en funcionamiento no se llevó a cabo, debido a los retrasos derivados a causa de la pandemia de la COVID-19.

Lo cierto es que han pasado 12 años desde que se dio inicio a una obra que beneficiaría a 25 municipios de Atlántico y Bolívar, y todavía hoy autoridades, gremios y usuarios del corredor vial esperan que la ya célebre pero inacabada doble calzada entre Barranquilla y Cartagena sea una realidad en 2021, año para el que sí fueron incluidos en el presupuesto del Estado los rubros necesarios para la culminación de los 12.1 kilómetros pactados inicialmente.

Según los congresistas del Caribe, el compromiso fue adquirido por el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda durante las discusiones del presupuesto de la Nación para el próximo año, por lo que se espera que los recursos se empiecen a ejecutar en el primer trimestre de 2021 y, de esta manera, poner el tramo en funcionamiento lo antes posible.

De igual forma, el Ministerio de Transporte expresó su voluntad para ampliar la vigencia de la actual concesión, con el fin de financiar 30 kilómetros adicionales de doble calzada.

Por su parte, Invías aseguró recientemente que, a octubre de 2020, la obra contaba con un avance del 93 % y que se trabajaba en el revestimiento de taludes y la construcción de un puente peatonal a la altura del Morro, municipio de Tubará.

La entidad afirmó, además, que se encontraba en gestiones judiciales para la adquisición de los últimos predios ubicados en el trazado y así poder culminar la obra en su totalidad.

A estas alturas y a pesar de los recientes anuncios, la pregunta que todos se hacen es si será posible que esta importante obra, anunciada en 2008, sea culminada en 2021. ¿Estamos condenados a que las obras públicas se demoren tanto? ¿Qué tiene que pasar para que este tipo de trabajos sean más eficientes en Colombia?

Eduardo Patiño M.

Periodista de las secciones Ciudad y País de Contexto.