“Frente al lienzo me transformo en un niño”: Javier Caraballo

Javier Caraballo es tal vez el más prometedor de los artistas plásticos de su generación. Nacido en Barranquilla, el joven pintor acaba de firmar un contrató de exclusividad con la Galería Duque Arango, una de las más prestigiosas a nivel nacional y latinoamericano. Su obra pictórica, en la que conviven el dibujo como lenguaje grafico infantil y alusiones a obras de grandes artistas de la historia del arte como Pablo Picasso y Joan Miró, es parte de diversas colecciones, y piezas suyas reposan en las paredes de las casas y mansiones de personalidades como Shakira, y las colecciones privadas del Primer ministro de Luxemburgo o la familia real de Mónaco.

Dialogamos con Caraballo, Maestro en Artes plásticas de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, sobre sus icónicos y tremendos niños que intervienen en sus cuadros grandes obras, el arte contemporáneo, y la felicidad de vivir del arte.

John Better: ¿Qué hora es, Javier?
Javier Caraballo: 8:00 p.m.

J.B.: ¿Qué sucede a tu alrededor en este instante?
J.C.: Un poco de música de Héroes del Silencio. Canción: ‘Flor venenosa’. Estoy rodeado de arte, de mi colección personal, y el sonido de las teclas, mientras escribo esta respuesta.

Toma un libro de tu biblioteca, ábrelo al azar y léenos un párrafo. 

“¿Qué pretendo decirte poniendo un «haz lo que quieras» como lema fundamental de esa ética hacia la que vamos tanteando? Pues sencillamente (aunque luego resultará que no es tan sencillo, me temo) que hay que dejarse de órdenes y costumbres de premios y castigos. En una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde fuera, y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo, desde el fuero interno de tu voluntad. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: Pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad… a la libertad misma”.

¿De qué nos habla el autor?

De darte la buena vida.

¿Crees que hay maldad en los niños que dibujas ante el hecho de que “arruinan” grandes obras?

Lo llamaría maldad creativa, porque en mis obras son niños “genios”
capaces de hacer o complementar una obra de arte desde la grafía y la
estética infantil.

Javier, imaginemos que estás solo dentro de un gran salón y tienes la oportunidad de intervenir una pieza maestra. ¿Cuál elegirías? 

Sin duda alguna el Guernica de Picasso.

¿Quiénes son para ti los masters de la pintura en Colombia?

Fernando Botero, David Manzur, los hermanos Juan y Santiago Cardenas, Alejandro Obregón, y Nicolás Uribe.

¿Cómo surgió la idea de pintar niños interviniendo obras de arte?

Bueno, mi obra trata sobre la estética y la grafía infantil propuesta como arte, me baso en todas las etapas del dibujo infantil: el garabateo, preesquemática, esquemática, realismo, y en aquellos niños genios capaces de pintar o crear grandes obras de arte; en esta fase de mi obra me encuentro ahora mismo. Ya he pasado por todas en 12 años de carrera.

Acabas de firmar con la prestigiosa Galería Duque Arango. ¿Qué crees te llevó allí?

El trabajo, la disciplina para crear obra y saber qué es lo que deseas hacer con tu vida artística. Esta carrera es tan seria como estudiar medicina. Cuando tienes estas cosas puedes sin ninguna duda alcanzar el éxito.

Toma una hoja y dibuja lo primero que se te venga en mente. ¿Qué dibujaste?, ¿qué expresa?

Un ave. Expresa libertad.

¿De qué color es tu deseo?

Púrpura.

Tus cuadros están en manos de grandes coleccionistas, artistas, políticos. ¿Qué tan complejo es vivir del arte?

Siempre he pensado que vivir de lo que te gusta hacer es una de las cosas que te hace feliz en este mundo y más si es del arte. Es complejo llegar a vivir del arte por la falta de oportunidades que nos brinda la ciudad y el país, y creo que es más difícil cuando los artistas no tienen esa convicción de que puedes vivir de lo que haces. El éxito es del tamaño del tiempo al que dediques tu trabajo.

¿Qué opinión te merece el término “Hamparte” para describir ciertas estéticas controversiales que supuestamente denigran al arte?

Pienso que en vez de denigrar, el “Hamparte” es el término más exacto para hacer una crítica laudatoria a un genio del arte, porque llegar a convertir un orinal en una obra de arte, o vender un banano pegado con cintas en una pared, uff… eso es muy difícil de lograr. ¡Me les quito el sombrero a los “Hampartes” del arte!

¿De qué color eres tú?

MARRÓN.

¿Quiénes son los niños que pintas?

Niños del barrio en que nací; hijos de amigos y mis sobrinos e hija. Esos son los modelos principales de mis obras.

¿Qué cuadros de otros pintores te excitan o provocan sensaciones extremas en ti?

Sin duda alguna, El Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini; Las Señoritas de Avignon, de Picasso; y La Gran Odalisca de Dominique Ingres.

¿Crees que la fama repentina puede ser perjudicial y alterar conceptos en la obra del artista?

La fama hace parte del proceso de crecer como artista y fortalece tu convicción acerca de tu trabajo. Es lo mejor que te puede pasar, la repuesta de que vas bien porque al final tu trabajo va dirigido al público y ese público es el que te da todas las respuestas. ¡Bienvenida la fama temprana!

¿Una textura que despierte tu curiosidad?

El terciopelo.

¿En nuestro Caribe a quiénes consideras maestros de la pintura?

Mi maestro de pintura, Haime Correa, q.e.p.d., los artistas Marco Mojica, Álvaro Barrios, Gonzalo Fuenmayor y Johan Barrios.

¿De qué color es Barranquilla?

Es una policromía.

¿Cómo llegó Shakira a pedirte que pintaras un cuadro para ella?

Visitó a una amiga en New York, vio una obra mía colgada en su pared y me contactó al instante.

¿En qué te transformas cuando estás frente al lienzo?

En un niño.

¿Quién es ese alguien a quien te gustaría retratar?

La actriz israelí Gal Gadot, la protagonista de la Mujer Maravilla.

¿Un color y algo de ese color?

Púrpura, es el color del éxito y más…