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La artista de pop estadounidense Taylor Swift ha construido un imperio en el que su música genera empatía con millones de personas. Su visita a cualquier país donde se desarrolle su gira pone a mover las ruedas de la economía.

Con más de 100 millones de oyentes mensuales solo en Spotify, la música de la rubia norteamericana resuena entre millones de mujeres cansadas del menosprecio y el machismo. Así es el imperio de la nueva reina del pop.

El primer gesto feminista es decir: “Está bien, me están mirando. Pero yo los estoy viendo también”. El acto de elegir mirar, de decidir que el mundo no se define por cómo me ven las personas, sino por cómo los veo yo.

Agnès Varda

1.

La llegada de The Eras Tour a Buenos Aires, sembró un auténtico furor por Taylor Swift en medios y redes sociales por estos días: swifties acampando por meses afuera del estadio Monumental, swifites agotando el stock de mostacillas de letras para hacer pulseras de amistad que luego intercambiarían durante el concierto, swifties imprimiendo y pegando por todo el país afiches con consignas feministas y anti-fascistas y, por supuesto, infinidad de memes y videos de los mejores momentos protagonizados por la artista durante su visita. Sus tres presentaciones en el recinto de River Plate fueron un evento unico para al menos dos generaciones que habían esperado pacientemente por años este momento. Cada una de esas noches, ella tocó por casi tres horas, repasando piezas de sus 17 años de carrera. La efusividad extrema del público argentino maridó a la perfección con la personalidad histriónica y bromista de la norteamericana, generando un clima de euforia, complicidad, y empoderamiento colectivo en medio de constantes idas y venidas entre géneros como el electropop, el country y el folk. Para la mayoría, fue una velada de catarsis con piezas tan intensas como la versión de 10 minutos de ‘All Too Well’, y hasta se registró más de una propuesta de matrimonio en medio del público mientras sonaba ‘Love Story’ y una enorme ronda de chicas bailando y emulando un ritual pagano al ritmo de ‘Willow’. Sin exagerar: una experiencia electrizante, casi religiosa. 

2.

En ‘Lavender Haze’, Taylor canta: “The only kind of girl they see is a one-night or a wife” (La única clase de chica que ellos ven es la de una noche o una esposa). Y es que, desde hace años, la misoginia se convirtió en uno de los ejes clave de la narrativa de la talentosa rubia. En temas como ‘The Man’ y ‘The Last Great American Dynasty’ ella aborda con gran agudeza e ironía los prejuicios machistas que aún siguen vigentes en el imaginario colectivo. Y para nadie es un secreto que su ingenio y su brutal honestidad al momento de componer canciones son lo que precisamente la han diferenciado de tantas otras estrellas pop contemporáneas. 

3.

En agosto de este año, CNN informó que, tras alcanzar los 2.000 millones de dólares en ventas, The Eras Tour se convirtió en la gira musical más taquillera de la historia. Inclusive, autoridades de la Reserva Federal de EE.UU. ya hablan del efecto Swift: reservas hoteleras del 100 % y picos de consumo en gastronomía en las ciudades en donde Taylor se presenta. Y no es para menos, pues la autora de hits como ‘Blank Space’ ha generado con este tour –hasta ahora– un monto superior al PBI de 35 países, convirtiéndose en billonaria a la edad de 33 años y literalmente salvando de caer en la recesión a varios Estados americanos y a países como Australia. 

4. 

Hace unas semanas, Alyssa Farah Griffin, exdirectora de comunicaciones de la Casa Blanca durante la gestión de Donald Trump, bromeó sobre la enorme influencia de Swift en el podcast The View: Behind the Table. Según ella, la nacida en Pensilvania es la única persona que podría derrotar a Trump en las próximas elecciones presidenciales. Pero no es la primera vez que el nombre de la cantante y compositora se vincula a asuntos políticos. Ya en su documental Miss Americana (2020) la propia Taylor enfatizaba la importancia de involucrarse activamente en los procesos democráticos. Durante 2018, remarcó su apoyo al partido demócrata y a ciertas luchas del feminismo y la comunidad LGBT+; y de paso, se declaró opositora del líder republicano de pelo naranja. Al respecto, esgrimió: “No puedo votar a alguien que no esté dispuesto a luchar por la dignidad de todos los americanos, independientemente de su color de piel, su género o a quién aman”. 

Para nadie es un secreto que el ingenio y brutal honestidad de Taylor Swift al momento de componer son lo que precisamente la han diferenciado de tantas otras estrellas pop contemporáneas.

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Taylor Swift, ‘Reina Midas’ del Pop.

5. 

Si bien al comienzo de su carrera Tay se dio a conocer como una adolescente que escribía canciones de amor naif al estilo chica Disney; experiencias como la grosera interrupción de Kanye West en el escenario de los VMAs en 2009, las constantes críticas por parte de la prensa a su vida sexo-afectiva, y la pelea legal que tuvo que dar para evitar que Scooter Braun se quedara con los derechos de sus discos, la llevaron a asumir una postura mucho más aguerrida y a resurgir de las cenizas, dejando de lado la complacencia y la sumisión que se esperaba de su parte como “princesa pop”. Hoy muchos expertos reconocen que al re-grabar sus álbumes para poder ser dueña de su catálogo, Swift cambió para siempre la industria musical y alentó a otros artistas a seguir sus pasos al plantarse contra las discográficas que se apropian de sus derechos de autor y, por ende, de una tajada enorme de sus ganancias.

6.

La swiftmania que se vive por estos días en países como México, Argentina y casi toda Latinoamérica puede resultar difícil de entender para quienes solo conocen a Taylor por éxitos virales como ‘Style’ o ‘Love Story’, pero hay algo muy poderoso e inspirador en su actitud desafiante que sin duda ha resonado con millones de mujeres y disidencias cansadas de ser menospreciadas por su entorno en virtud de los prejuicios rancios de siempre. Lo más interesante es que, lejos de victimizarse al infinito, en canciones como ‘Anti-Hero’ y ‘Midnight Rain’, Swift también hace mea culpa y reconoce la complejidad de su forma de ser al repasar sus dilemas y contradicciones. En definitiva, una ídola hecha a medida de millenials en crisis existencial, pero con ganas de dar la batalla contra esquemas injustos y mandatos anacrónicos. 

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Laura Camargo 

Barranquilla (1989). Abogada y periodista radicada en Buenos Aires desde 2012. Especialista en cultura pop. Colaboradora de medios como Indie Hoy y El Heraldo. Conductora del podcast literario “Las Invitadas”. En Twitter: @lausoho