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En las calles y en redes sociales a diario los barranquilleros presencian, de manera cercana y a través de videos de cámaras de seguridad cómo se cometen distintos hechos criminales. Al igual que la pandemia, la inseguridad vive un imparable ‘pico’ en la capital del Atlántico.

Según cifras del Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte, los homicidios en la ciudad aumentaron un 14.5 % en el primer trimestre del año. Mientras, la percepción de inseguridad de los ciudadanos llegó a un 63 %, de acuerdo a la encuesta de Barranquilla Cómo Vamos.

En la última semana de marzo los barranquilleros fueron testigos del asesinato de tres personas a manos de delincuentes que pretendían despojarlos de sus pertenencias. Los hechos de sangre, una vez más, dispararon las alarmas sobre el estado actual de la seguridad en la capital del Atlántico.

Estos tres homicidios, sumados a un cinematográfico y en apariencia planeado robo a una joyería del norte que quedó captado en video en días recientes, son solo la punta del iceberg de una larga cadena de hechos que guardan relación con la escalada de la delincuencia en toda el área metropolitana y que han disparado entre los ciudadanos una creciente percepción de inseguridad.

Aunque las autoridades anunciaron la llegada de grupos de élite de la policía e investigadores para tratar de frenar la ola criminal, esta percepción de inseguridad en la ciudad viene en aumento desde el inicio de la pandemia.

Así lo reflejan los resultados de la encuesta de percepción ciudadana del programa Barranquilla Cómo Vamos, realizada de manera virtual en el pasado mes de febrero, en el marco de la serie #MiVozMiCiudad.

De acuerdo con la última consulta, el 63 % de los barranquilleros manifestó sentirse inseguro en la ciudad durante la pandemia. Esta cifra aumenta seis puntos porcentuales en comparación con la edición previa de la encuesta, en la que el índice de percepción de inseguridad era del 57 %.

De manera específica, la percepción incrementa en las localidades suroriente, con un 70 % de ciudadanos que aseguraron sentirse inseguros y la Metropolitana, con un 67 %

Para Melamed el aumento de los niveles de violencia en las manifestaciones de criminalidad en la ciudad obedece, principalmente, al incremento en el uso de armas de fuego y el trágico desenlace que esto implica. “Básicamente vemos delitos cada vez más violentos y estructuras criminales cada vez más atrevidas, dispuestas a realizar grandes despliegues de organización delictiva.

¿Más que percepción?

Sin bien es cierto que en 2020 se presentó una disminución de las diferentes modalidades de hurto, como lo publicó recientemente este medio en el artículo ‘La seguridad ciudadana en Barranquilla, entre luces y sombras’, no hay que perder de vista que el año anterior la pandemia llevó a nuevas realidades de interacción social que pudieron incidir en la reducción de delitos como el hurto a personas, el hurto a establecimientos comerciales y las lesiones personales.

Sin embargo, para el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte hay una nueva realidad en lo que va de 2021, año en el que la ciudad cierra el primer trimestre con 79 homicidios, un aumento del 14.5 % en ese delito en comparación con el mismo periodo de 2020. De igual manera, cuando se compara el mes de marzo de 2021 con el mismo mes en 2020, el aumento en los homicidios es del 45 %.

Las cifras obedecen —según el Observatorio— a cambios en las dinámicas de violencia y criminalidad en la ciudad en los últimos tres meses, identificándose tres tipos: una primera, la violencia instrumental, como el tiroteo en un supermercado de cadena de la ciudad que produjo la muerte de Jesús Parra, alias ‘Guajiro’. Este hecho encendió las alarmas y envió un mensaje contundente para que sea intervenido, de manera urgente, el actuar delictivo del crimen organizado en Barranquilla. Otras evidencias son los homicidios durante atracos, como los ocurridos durante la última semana y los linchamientos de presuntos delincuentes, hechos que vienen en aumento.

 

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Para Janiel Melamed, experto en seguridad de la Universidad del Norte, la solución de la problemática actual de la inseguridad en Barranquilla va más allá del aumento en el pie de fuerza policial.

Urge una intervención integral

Janiel Melamed, docente-investigador del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, y director del Observatorio de Seguridad Ciudadana, afirma: “En la percepción de inseguridad también inciden otros factores como el estrés, la situación económica de los barranquilleros y el impacto socioeconómico derivado de la pandemia que han sufrido los sectores más vulnerables que derivan su sustento en economías informales”.

Todo lo anterior, asegura el experto, ha ocurrido de manera simultánea con el deterioro del indicador más preocupante en materia de seguridad ciudadana: el homicidio.

Para Melamed el aumento de los niveles de violencia en las manifestaciones de criminalidad en la ciudad obedece, principalmente, al incremento en el uso de armas de fuego y el trágico desenlace que esto implica. “Básicamente vemos delitos cada vez más violentos y estructuras criminales cada vez más atrevidas, dispuestas a realizar grandes despliegues de organización delictiva, incluso a plena luz del día, en zonas concurridas y en centros comerciales, tal como lo muestra el informe del Observatorio”.

Ante el anuncio de la llega de grupos especializados de la policía y de 190 agentes para reforzar la seguridad en la ciudad, el académico señala que aunque esos esfuerzos son “justos y necesarios”, no son la solución para los problemas de inseguridad que vive Barranquilla.

“Estas problemáticas no se resuelven solo a punta de capturas, por ejemplo, de 40 delincuentes en 40 días. Es un asunto de intervención integral para mejorar la seguridad y convivencia de la ciudad”, explica el investigador.

Para el experto, una intervención integral va más allá de la captura de los delincuentes y debe tener una estrategia de fondo con líneas claras de intervención judicial, de optimización del servicio de la policía y una organización e implementación de acciones sociales tales como trabajo con promotores de convivencia, líderes comunitarios, entre otros, que sean parte de la oferta institucional, tanto de la Alcaldía, como de otras entidades.

Eduardo Patiño M.

Periodista de las secciones Ciudad y País de Contexto.

 

 

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