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Foto: Marcela Madrid.

La capital de Bolívar, cuyos resultados en las Pruebas Saber 11° vienen empeorando desde 2016, es un ejemplo de cómo sistemas educativos sin visión resultan siendo la crónica de un fracaso anunciado.

Hace unos días se publicaron los resultados de las Pruebas Saber 11° de 2022. A Cartagena le fue peor que al promedio del país. Y es preocupante que la tendencia desde 2016 señala que el promedio de Cartagena ha venido empeorando con respecto al promedio del país; la brecha se incrementa. Sin embargo, las autoridades sectoriales concluyen que los resultados fueron positivos porque el promedio de Cartagena subió por primera vez desde 2016. En efecto, un periódico local dice que las autoridades manifestaron que hubo un aumento significativo que demuestra que las instituciones están haciendo un gran esfuerzo para avanzar en los procesos educativos de sus estudiantes, y cita a un funcionario que se complace con el resultado diciendo que: “El crecimiento se debe al liderazgo que se ejerce desde las instituciones educativas con los directivos, docentes y el compromiso de los padres de familia”, agregando que las autoridades “también hemos hecho unos esfuerzos para acompañar a estas instituciones, focalizando aquellas que requieren más apoyo”. Su opinión se centró en la diferencia de Cartagena entre el 2021 y el 2022, cuando el promedio mejoró. La comparación relevante es mirar a Cartagena en relación con el resto del país.  

El Observatorio de Educación del Caribe Colombiano, de la Universidad del Norte, señaló recientemente que el desempeño de los estudiantes de la Costa Caribe deja mucho que desear, en particular el de los estudiantes de colegios oficiales, ya que “seis de cada diez alumnos solo pueden hacer una lectura literal, por lo cual tienen dificultades para tomar juicios propios con base en lo leído”. El caso de Cartagena es el peor entre las ciudades capitales.

Según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo de Unesco (ERCE, publicado en 2019) se podría decir que uno de cada tres niños en la educación primaria en Colombia no sabe leer. A partir de esta información y de la referida en el párrafo anterior, se puede decir que la situación de Cartagena es peor. En este contexto, ¿qué se puede hacer para mejorar la situación?  Al menos tres cosas.

La primera, es generar entre los lideres y los administradores del sector educativo una visión que lleve a mejores resultados. Donde la satisfacción del deber cumplido no se mida con indicadores irrelevantes. Hay que generar una visión de lo que se quiere lograr con el sistema educativo. Una visión que defina en forma específica lo que se espera que el sistema educativo quiere obtener. Una declaración que las diferentes organizaciones educativas puedan utilizar para describir los objetivos de alto nivel (resultados) que quieran lograr en un futuro definido. Y se pueda usar para establecer el performance del sistema, evaluarlo y establecer responsabilidades. La visión es lo que el sistema espera lograr y cómo; esto permitir determinar si se cumple con éxito su objetivo general. En Cartagena hay una situación crítica que requiere acciones de emergencia. Hay que hacer un esfuerzo para que los indicadores de resultados del sistema educativo no solo no sean los peores de la Costa Caribe, sino que sean los mejores de Colombia. No hacerlo es seguir manejando en forma irresponsable el sector. En mis casi cincuenta años trabajando en el sector en más de cuarenta países en varias regiones del mundo, una de las lecciones más claras que he aprendido es que si no hay una visión sectorial es muy difícil ayudar a mejorar un sistema educativo. 

Según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo de Unesco, publicado en 2019, se podría decir que uno de cada tres niños en la educación primaria en Colombia no sabe leer. A largo plazo, esta situación tiene implicaciones para la productividad individual en el mercado laboral.

En adición a la visión se necesita un sistema educativo donde haya información sobre lo que hay, sobre cómo funciona el sistema y los resultados del sistema. Estadísticas educativas como matricula, eficiencia interna (repetición y deserción) y eficiencia externa (logros cognitivos y no cognitivos). Un sistema educativo donde se apoya la autonomía escolar para que la escuela –rector, docentes, padres y otros socios interesados– mueva el proceso educativo. Y un sistema educativo que identifique responsabilidades. El sistema debe tener un programa sólido de educación inicial, como primer eslabón del continuo educativo; un equipo docente de calidad; y, por último, debe tomar en cuenta aspectos culturales de las familias cuyos niños integran el alumnado (ver Seis factores clave para mejorar la calidad de la educación en Colombia, Contexto, octubre 10, 2022).

La tercera es una acción específica: enseñar a leer a la edad apropiada. En las últimas dos décadas algunos han venido señalando este como el principal problema de los sistemas educativos en países en desarrollo, donde muchos docentes no son específicamente entrenados para enseñar a leer y sus alumnos no aprenden a leer al principio del ciclo educativo. El argumento es simple. Muchos estudiantes no saben leer ni una sola palabra cursando tercer grado y esto afecta su rendimiento a lo largo de su ciclo educativo. La lectura en los primeros grados afecta fuertemente la eficiencia de un sistema educativo. Se podría evitar mucha repetición de grado y abandono escolar si los estudiantes pudieran leer a la velocidad requerida desde el principio. Las habilidades de lectura en los primeros grados también aumentan la probabilidad de que los estudiantes permanezcan en el sistema y aprendan. A más largo plazo, tiene implicaciones para la productividad individual en el mercado laboral. Este es un problema que afecta a la mayoría de los estudiantes, pero particularmente a los de familias de ingresos bajos.

Es muy posible que las autoridades del sector en Cartagena estén haciendo esfuerzos para acompañar a instituciones educativas que necesitan apoyo, y que muchas instituciones estén haciendo grandes esfuerzos en avanzar en los procesos educativos de sus estudiantes. Sin embargo, los resultados objetivos muestran que están mal. Por eso es necesario crear una visión que guíe el trabajo de todos los interesados y hacer que este sea más eficiente en lograr resultados.

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Eduardo Vélez Bustillo

Profesor Visitante en Peking University, en China, y en Kobe University, en Japón.

 

 

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