Margarita Garcia

El Nobel y la periodista, Gabriel García Márquez y María Elvira Samper en la redacción de la revista Cambio.

María Elvira Samper: “El mayor reto del periodismo en Colombia es mantener la independencia frente a las presiones políticas y económicas”

por | Nov 6, 2024

Por Cristina Said

ELN, periodismo en Colombia y “Petro política”, un esclarecedor diálogo con una maestra del periodismo nacional. 

María Elvira Samper es una de las periodistas más influyentes de Colombia. Conocida por su destacada carrera en medios como Semana, donde se desempeñó como jefa de redacción y editora general, jugó un papel clave en la calidad e imparcialidad de esta revista en una recordada época de este medio impreso. 

Graduada en Filosofía y Letras con estudios en Ciencia Política de la Universidad de Los Andes, Samper fue codirectora del noticiero de televisión QAP  y editora general de la revista Cambio. Además, moderó programas de televisión como El Juicio y Las Claves, y hasta 2022 se desempeñó como analista en RCN Radio.

A sus 77 años, María Elvira sigue activa en el periodismo. Su podcast Menopáusicas y qué, en colaboración con la también periodista Yolanda Ruiz, ha sido muy bien recibido, abordando la menopausia de manera honesta y humorística. También está por lanzar un nuevo proyecto junto al periodista Juan David Laverde: un podcast sobre la historia del ELN, tras más de dos años de investigación sobre esa guerrilla.

Al llegar a su apartamento, me encuentro con un espacio lleno de arte colombiano y libros que reflejan su profundo interés por la cultura y la historia del país. No pude evitar mostrarle un texto que había escrito esperando que me lo editara y diera su visto bueno. María Elvira lo leyó, se sonrió, lo enrolló y me dio un pequeño golpe en la cabeza con el mientras nos reíamos. Me lo devolvió sin cambios. 

Charlamos sobre su trayectoria, desentrañando momentos clave de su carrera y su labor en un país lleno de retos. María Elvira no solo cuenta la historia, también reflexiona sobre ella, y cada conversación es una oportunidad para entender mejor los desafíos que ha vivido a lo largo de su carrera.

Cristina Said: Sabemos que tienes un nuevo podcast. ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?

María Elvira Samper: Además de Menopáusicas y qué?, que ha sido una experiencia fascinante junto a Yolanda Ruiz, estoy trabajando en un nuevo proyecto con Juan David Laverde, periodista de El Espectador y Caracol Televisión. Este podcast está centrado en la historia del ELN, una guerrilla que ha jugado un papel importante en la historia reciente de Colombia, pero que mucha gente no conoce en profundidad. Hemos estado trabajando en este proyecto por más de dos años, investigando sus orígenes y evolución. No solo desde una perspectiva militar, sino también política y social. Queremos hacer un recorrido histórico detallado que permita entender cómo se formó el ELN y cómo ha cambiado a lo largo del tiempo.

C.S.: ¿Por qué decidieron contar la historia del ELN?, ¿no crees que esto podría darle protagonismo a una guerrilla que sigue activa?

M.E.S.: Muchas personas no conocen bien los orígenes del ELN. Es una guerrilla que ha estado activa durante más de medio siglo, pero a menudo queda a la sombra de otros grupos como las Farc. Decidimos empezar la historia desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán porque este evento fue un detonante para muchas de las tensiones políticas y sociales que llevarían al surgimiento del ELN. La Revolución Cubana también fue un factor clave en su formación, ya que el ELN se inspiró en los ideales de Fidel Castro. A través del podcast queremos contar cómo se formó esta guerrilla, desde su comienzo hasta cómo se ha degradado por el narcotráfico, sin idealizar ni demonizar, sino mostrar la historia tal como es.

No se trata de hacerles apología. Es fundamental entender que la historia del ELN es parte de la historia de Colombia y no podemos ignorarla. Al contrario, creemos que contar su evolución es crucial para aprender del pasado y comprender las dinámicas del conflicto armado en el presente. Queremos mostrar cómo un grupo que comenzó con ideales revolucionarios terminó envuelto en el narcotráfico y la violencia que ha marcado el conflicto armado en el país.

Ganadora de varios premios Simón Bolívar, incluido el de «Vida y Obra» en 2010, Samper es también autora de los libros 1989 y Extradición: de Lehder y los Rodríguez a Otoniel, que abordan momentos claves de la historia de Colombia.

¿Cómo ves el papel de los medios de comunicación en Colombia en los últimos años?

Los medios han jugado un papel crucial en momentos de crisis, como durante el narcoterrorismo. Sin embargo, en los últimos años he visto una tendencia a priorizar la inmediatez y la búsqueda del clic sobre la profundidad y el análisis. Esto ha afectado la calidad de la información que se ofrece, pues prevalecen las generalizaciones en lugar de un análisis detallado y serio. Es algo que debe preocuparnos como periodistas, porque sin un periodismo que profundice, la sociedad pierde la capacidad de entender realmente lo que ocurre.

¿Puede el periodismo ser una herramienta para combatir la polarización que vive Colombia?

El periodismo tiene un papel fundamental en la construcción de un país más unido. Debemos hacer periodismo en su sentido más profundo… buscar fuentes, contrastarlas, verificar los hechos y recordar siempre que nuestra lealtad es hacia las audiencias, no hacia partidos o ideologías. Es importante mantener distancia de las pasiones políticas, evitar el proselitismo y renunciar al activismo partidista. Si hay conflictos de interés, es crucial declararlos para mantener la independencia y fortalecer el periodismo como un puente para la comprensión y la unión en el país.

¿Es el periodismo el mismo después del advenimiento de las redes sociales?

Las redes sociales han cambiado radicalmente el periodismo. Han permitido llegar a más personas, pero también han creado una presión por la inmediatez que puede llevar a errores y a la falta de verificación. En lugar de priorizar la calidad de la información, muchos periodistas han caído en la tentación de buscar likes y retuits. Eso desvirtúa la esencia del periodismo, que debe basarse en la rigurosidad y la veracidad, no en la popularidad en redes sociales.

¿Cómo evalúas la gestión del presidente Gustavo Petro?

Petro tiene ideas que podrían ser beneficiosas para el país, pero la manera en que ha gestionado su gobierno ha sido caótica. Improvisa demasiado, no tiene una hoja de ruta clara y ha marginado a personas clave de su equipo, lo que ha generado una gran incertidumbre. En particular, su manejo de la economía ha sido errático, y esto ha afectado la inversión en el país.

¿Qué opinas sobre la relación entre Petro y los medios de comunicación?

El Presidente tiene una relación conflictiva con los medios. Los critica constantemente, lo que genera un ambiente hostil que no favorece el diálogo. En lugar de construir una relación productiva con los medios, parece verlos como enemigos. Esto no ayuda ni a su gobierno ni a la comunicación con el país.

Debemos hacer periodismo en su sentido más profundo… buscar fuentes, contrastarlas, verificar los hechos y recordar siempre que nuestra lealtad es hacia las audiencias, no hacia partidos o ideologías.

¿Cuál crees que es el mayor reto del periodismo en Colombia hoy en día?

El mayor reto es encontrar el equilibrio entre la inmediatez que demandan las redes sociales y la profundidad que necesita el periodismo de calidad. Además, es crucial mantener la independencia frente a las presiones políticas y económicas, algo que siempre ha sido un desafío en el país. Si el periodismo se deja influir por intereses externos, pierde su esencia y, con ello, su capacidad para contribuir a una sociedad más informada.

¿Consideras que un gobierno de izquierda, que parece interesado en reivindicar los derechos de los menos favorecidos en Colombia, puede llegar a transformar la cultura política del país?

Creo que es importante matizar esta cuestión. Cuando hablamos de un cambio en la cultura política del país, no necesariamente depende de que el gobierno sea de izquierda o de derecha. Colombia tiene una Constitución garantista, que protege los derechos de las minorías y establece obligaciones para todos los gobiernos, independientemente de su inclinación política. Por eso, la atención a los derechos de las minorías no es una responsabilidad exclusiva de un gobierno de izquierda; es una obligación democrática que cualquier administración debe asumir. Si un gobierno no cumple con estos derechos, ahí es donde se originan los conflictos sociales, las movilizaciones y las tensiones.

Ahora bien, es cierto que el gobierno de Gustavo Petro ha enfatizado su interés en los sectores menos favorecidos y en las minorías. Sin embargo, no es el primer gobierno en hacerlo. Si miramos hacia atrás, el gobierno de Virgilio Barco fue pionero en la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y otras minorías, mucho antes de que se hablara de gobiernos de izquierda progresistas en el país. Esto demuestra que la protección de las minorías no depende exclusivamente de una corriente política, sino del compromiso con los principios de la Constitución.

Además, en cuanto a la transformación de la cultura política, creo que el gobierno de Petro ha dejado en evidencia que el problema es más profundo y estructural. Aunque prometió cambiar la forma de hacer política, ha caído en prácticas tradicionales que criticaba, como la repartición de puestos y favores, lo que en Colombia conocemos como “mermelada”. Esto contradice su discurso inicial y muestra que la cultura política del país no cambia simplemente con un gobierno de izquierda.

La transformación real de la cultura política en Colombia requiere algo más profundo: reformas que reduzcan los costos de las campañas, una educación cívica que enseñe a los ciudadanos el valor de su voto y que evite la compra y venta de votos. Es fundamental que la política sea vista como un ejercicio legítimo de representación y servicio, y no como una vía para obtener beneficios personales. Asimismo, es necesario que los ciudadanos voten con convicción y no a cambio de promesas o favores inmediatos. 

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Cristina Said

Periodista, especialista en Desarrollo Organizacional y Procesos Humanos de la Universidad del Norte. Es colaboradora regular de Contexto y textos suyos han sido publicados en el diario El Tiempo.

 

 

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