Margarita Garcia

Alejandro Gaviria y Thierry Ways compartieron escenario en el segundo día del Carnaval de las Artes. Foto: Alexandra Insignares.

Alejandro Gaviria: “Después de la vida política, la literatura es resistencia y es consuelo”

por | Feb 27, 2025

Por Estefanía Mejía Parejo

El exministro Alejandro Gaviria presentó en el Carnaval de las Artes su obra de ficción El desdén de los dioses (2024). Reflexionó sobre el papel de la escritura como refugio y resistencia y sobre el cambio climático desde una perspectiva más allá de los sistemas económicos.

El segundo día del Carnaval de las Artes en Barranquilla abrió con una conversación entre el exministro de Educación Alejandro Gaviria y el escritor y empresario Thierry Ways en La Cueva, el emblemático bar, restaurante y centro cultural de la ciudad, que se llenó de un público atento y, en parte, disfrazado. El encuentro giró en torno a la más reciente incursión de Gaviria en la literatura: El desdén de los dioses (2024), un libro cuyos relatos oscilan entre la ficción y el ensayo.

Ways planteó la idea de que los políticos colombianos parecen estar encontrando en la escritura y la imaginación un refugio tras sus trayectorias en el poder. Mencionó el caso del exsenador Humberto De la Calle, quien ha publicado su libro de relatos Muertes y muertecitas (2025). Gaviria afirmó que narrar es más que un retiro; es resistencia y consuelo. “El excesivo contacto con el mundo a veces es perjudicial”, afirmó, sugiriendo que la literatura le permite transitar un espacio de introspección sin abandonar la lucidez crítica.

Ways afirmó que varios de los relatos en El desdén de los dioses sugieren una realidad postapocalíptica (que los dioses nos han abandonado) y que el contacto de Alejandro Gaviria con el mundo lo ha llevado a sostener conversaciones inconclusas y posturas divergentes sobre el cambio climático con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, especialmente en torno a las causas y las soluciones del problema. Mientras el gobierno sostiene una visión inspirada en obras como Capital Fósil (2020) de Andreas Malm, que plantea el cambio climático como una consecuencia directa de la codicia capitalista y la explotación indiscriminada de los recursos naturales, Gaviria se distancia de esa interpretación. Considera que esta perspectiva es reduccionista, pues divide el mundo en dos bandos: los buenos, que luchan contra la crisis climática, y los malos, responsables de la catástrofe. “Es una visión justiciera, una fábula”, afirmó. Gaviria argumenta que el problema es más profundo y no se limita a un sistema económico particular. “Mi visión es distinta”, explicó, señalando que el cambio climático tiene raíces antropológicas, vinculadas a la forma en que los seres humanos, independientemente del modelo económico, han gestionado su relación con la naturaleza. Mencionó que para lograr un cambio hay que apelar al “acervo instintivo» y al reconocimiento de “la complejidad del ser humano” para resolver los problemas que plantea el cambio climático.

Foto: Alexandra Insignares.

Gaviria afirmó que narrar es más que un retiro; es resistencia y consuelo. “El excesivo contacto con el mundo a veces es perjudicial”, afirmó, sugiriendo que la literatura le permite transitar un espacio de introspección sin abandonar la lucidez crítica.

Alejandro Gaviria, en su vida previa a la política y a la exposición pública, mantuvo durante ocho años un blog donde publicaba semanalmente sus columnas de El Espectador. En ese contexto, Ways mencionó una de sus entradas más conocidas: Decálogo de economista escéptico, un texto en el que Gaviria exploraba una idea que, de alguna manera, reaparece en El desdén de los dioses: la mezquindad como un rasgo inherente a la naturaleza humana, y la necesidad de ver esa mezquindad con resignación y compasión. Al recordar el texto, Gaviria comentó «Soy economista, y la disciplina de la economía nace con una paradoja»: los llamados “vicios privados”, como ciertas formas de codicia, pueden tener efectos positivos a nivel social y colectivo. Como ejemplo, mencionó la construcción de una vivienda para la familia, que, aunque motivada por un interés personal, genera beneficios en lo colectivo. “De eso se trató esa entrada del blog… ¿cómo es que se llama?”, agregó con una risa breve, dejando entrever que, pese al tiempo transcurrido, sus reflexiones sobre la naturaleza humana han seguido evolucionando.

Ways mencionó el punto siete del Decálogo de economista escéptico, donde Gaviria afirmaba que la política tiene pocas capacidades reales, salvo para hacer daño. Al respecto, el exministro reflexionó sobre su vida antes y después del servicio público, admitiendo que aún cree en parte en esa premisa, pero que su paso por la función pública evitó que cayera en el cinismo absoluto. “Ya no soy así. Creo que uno, como funcionario en cualquier ámbito de la vida, puede encontrar un espacio de, me gusta llamarlo, posibilismo, para cambiar”, concluyó, reivindicando la acción y construcción de una sociedad más digna desde la política “que es algo que está aquí, en este libro, y que ha sido parte de mi vida pública también”.

Estefanía Mejía Parejo

Vecina del Barrio Abajo. Ha sido guionista de series documentales para la televisión pública, como la segunda temporada de Green Go: Por las fiestas del Caribe.

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